Un exmilitar de Estados Unidos, identificado como David Franklin Slater, ha admitido su culpabilidad en la filtración de información clasificada relacionada con la defensa nacional. Slater, de 64 años y residente en Nebraska, compartió detalles sensibles con una supuesta mujer ucraniana a través de una aplicación de citas internacional entre febrero y abril de 2022. Este caso ha suscitado preocupación entre las autoridades sobre la seguridad nacional y la integridad de la información militar.
Según el Departamento de Justicia, Slater, quien se desempeñó como teniente coronel en el Ejército de Estados Unidos, tenía acceso a información clasificada al trabajar en una zona restringida del USSTRATCOM (Comando Estratégico de Estados Unidos). Desde agosto de 2021, contaba con una autorización de seguridad de nivel Top Secret, lo que le permitía asistir a sesiones informativas sobre temas críticos, como el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Los documentos judiciales revelan que la persona con la que Slater mantenía contacto le solicitaba información confidencial, a la que él respondía con datos sobre objetivos militares y las capacidades del ejército ruso. En sus mensajes, la mujer lo llamaba “mi informante secreto” y “mi agente secreto”, lo que refleja la naturaleza engañosa de su comunicación.
El FBI ha destacado que, a pesar de su experiencia y conocimiento militar, Slater no pudo identificar el riesgo que implicaba comunicarse con esta persona. “Slater traicionó el juramento de proteger la inteligencia nacional y eligió poner en riesgo al país”, comentó Eugene Kowel, agente especial del FBI en Omaha. Esta declaración pone de manifiesto la gravedad de la situación y las implicaciones que tiene para la seguridad nacional.
La investigación fue llevada a cabo por la oficina del FBI en Omaha y la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea (AFOSI), y el caso está bajo la jurisdicción de la fiscalía del distrito y la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia. La cooperación entre estas entidades resalta la importancia de abordar las amenazas a la seguridad de manera integral.
Slater se declaró culpable del delito de conspiración para transmitir información de defensa nacional, un cargo que conlleva una posible pena de hasta 10 años de prisión. Además, podría enfrentar tres años de libertad supervisada y una multa de hasta $250,000. La sentencia está programada para el próximo 8 de octubre, y será un juez federal quien determinará la pena, considerando las guías de sentencia y otros factores legales relevantes.
Este incidente no solo destaca los riesgos asociados con la filtración de información clasificada, sino que también pone en evidencia la vulnerabilidad de algunos individuos ante maniobras engañosas en plataformas digitales. Los sucesos recientes han llevado a las autoridades a reforzar las medidas de seguridad y a promover una mayor conciencia sobre los peligros que pueden surgir en el entorno virtual.
La comunidad internacional sigue de cerca este caso, que pone en tela de juicio la protección de secretos de Estado y el papel de los exmilitares en la divulgación de información sensible. A medida que avanza el proceso judicial, se espera que surjan más detalles sobre cómo se desarrollaron estos intercambios y qué medidas se implementarán para prevenir situaciones similares en el futuro.