Un grupo de exconsejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Instituto Federal Electoral (IFE), encabezado por figuras como Lorenzo Córdova, Leonardo Valdés y José Woldenberg, ha hecho un llamado urgente para llevar a cabo una reforma electoral que busque el más amplio consenso entre las diversas fuerzas políticas de México. En un desplegado divulgado por el Instituto de Estudios para la Transición Democrática, los exfuncionarios resaltan la importancia de que esta reforma no se convierta en una decisión unilateral, sino que incluya la opinión de la sociedad civil y de las organizaciones sociales.
Los firmantes del documento subrayan que la reforma debe enfocarse en fortalecer la representación proporcional y garantizar la autonomía, imparcialidad y profesionalismo de los órganos electorales. Destacan que es esencial que los procesos electorales sean sostenidos por dinero público y no por financiamiento privado, que podría estar vinculado a intereses oscuros o criminales. “El financiamiento público debe ser la base de nuestro sistema electoral”, enfatizan.
En el pronunciamiento, los exconsejeros expresan su preocupación por la reforma electoral recientemente anunciada por la presidenta Claudia Sheinbaum, advirtiendo que podría llevar al país a un contexto “fuera de toda normalidad constitucional”. Ellos argumentan que la actual legislatura del Congreso de la Unión se constituyó gracias a maniobras que resultaron en una sobrerrepresentación que viola la legalidad en la Cámara de Diputados, lo que ha permitido que la coalición gobernante ejerza un control desmesurado en el Senado.
El pronunciamiento sostiene que, en medio de esta situación, es fundamental que se abra un espacio de diálogo para abordar la reforma electoral. “La confianza, la autenticidad y la equidad en las elecciones dependen de cómo se aborde esta reforma”, afirman los firmantes.
En su análisis, los exconsejeros recuerdan que las reformas electorales anteriores, desde 1994, fueron producto de amplios acuerdos y compromisos entre los partidos políticos. “Las normas electorales son las reglas del juego democrático a las que todos deben ajustarse”, indican, resaltando que la legitimidad de los representantes electos está relacionada con la aceptación de estas normas por todos los actores involucrados.
Proponen, además, un diseño equitativo del sistema electoral que refleje con precisión la voluntad ciudadana. “Sugerimos que la Cámara de Diputados esté compuesta por 250 diputados de mayoría y 250 de representación proporcional”, explican, al tiempo que sugieren que todos los senadores sean elegidos a través de un sistema exclusivamente proporcional, con circunscripciones estatales.
La propuesta también aboga por garantizar la autonomía de las autoridades electorales y su profesionalización. Un aspecto destacado por los firmantes es la necesidad de que el financiamiento público se distribuya de manera equitativa, sugiriendo que la mitad del total se asigne según la votación de cada partido y la otra mitad de forma igualitaria.
Además de los exconsejeros, el desplegado cuenta con la firma de académicos y periodistas reconocidos, como José Carreño Carlón, Rolando Cordera Campos, Gilberto Guevara Niebla y Rafael Pérez Gay, entre otros, quienes apoyan esta iniciativa en pro de una democracia más robusta y representativa en México.