La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) se ha consolidado como un importante semillero de futbolistas profesionales, destacando en el ámbito nacional. Este 15 de agosto, en el marco del Día Nacional de la Mujer Futbolista, la administración de la rectora Yarabí Ávila González rinde homenaje al talento y la dedicación de las mujeres en esta disciplina, resaltando el impacto de figuras como María de la Luz Quezadas Sánchez y Ana Cristina Estrella Magaña.
María de la Luz Quezadas, estudiante de Derecho y Filosofía, ha recorrido un camino desafiante para llegar a convertirse en futbolista. A los 17 años, debutó con el extinto Monarcas Morelia y se ha destacado como medallista de Bronce y Oro en la Universiada Nacional. Quezadas comparte que su amor por el fútbol comenzó en su infancia, influenciada por su familia: “Siempre se jugó fútbol en casa, y ver a mi hermano jugar despertó mi pasión”, expresó.
Desafíos y logros en el camino hacia el profesionalismo
Por su parte, Ana Cristina Estrella Magaña, egresada de la Licenciatura en Enfermería, también ha hecho su marca en el fútbol profesional, jugando durante dos años en la “Monarquía”. Estrella Magaña recordó que, en sus inicios, era común la falta de equipos femeninos y que muchas veces debía competir con hombres, lo que planteaba retos adicionales. “Mi amor por el fútbol proviene de mi padre, quien me enseñó a jugar desde pequeña”, comentó.
Ambas futbolistas son un claro ejemplo de la perseverancia que caracteriza al deporte femenil en México, donde el camino hacia el profesionalismo no ha sido fácil, pero sí muy gratificante. En este contexto, la UMSNH continúa apoyando el desarrollo del fútbol femenil, impulsando nuevas generaciones de talentosas futbolistas que buscan abrirse paso en el competitivo mundo del deporte.
La historia de María de la Luz y Ana Cristina refleja no solo el crecimiento del fútbol femenino en la universidad, sino también el potencial que tienen las mujeres para destacar en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres. El reconocimiento de su labor y logros es un paso importante hacia la igualdad de oportunidades en el deporte.