Uno de los seres más impactantes y menos comunes de los océanos es la medusa gigante, conocida como Stygiomedusa gigantea, que puede alcanzar longitudes de hasta 10 metros. Este impresionante organismo ha sido avistado en raras ocasiones desde su descubrimiento, que data de poco más de un siglo.
Investigadores de la empresa de exploración Viking han sido los últimos en tener la oportunidad de observar un ejemplar de esta especie. Durante inmersiones realizadas con un pequeño sumergible en las aguas cercanas a la Península Antártica a principios de 2022, lograron captar impresionantes vídeos y fotografías de la medusa.
Desde que se describió la especie en 1910, solo se han registrado 126 avistamientos de esta medusa fantasma gigante. Recientemente, turistas grabaron otro ejemplar en aguas superficiales de la Antártida en 2023. Según los datos recopilados, algunos de estos avistamientos se han reportado en las costas cantábricas, entre País Vasco y Cantabria, aunque la mayoría han ocurrido en el continente antártico y en las costas de América del Norte.
La medusa, con sus robustos brazos, puede llegar a medir hasta 10 metros de largo. Su aspecto, que recuerda a tiras de papel higiénico moviéndose de manera ondulante en el agua, es verdaderamente fascinante. La campana de esta medusa, que tiene forma de paraguas, puede alcanzar un metro de ancho y presenta un color marrón rojizo profundo, característico de los animales que habitan en aguas profundas.
El estudio que detalla esta observación fue publicado en la revista Polar Research, del Norwegian Polar Institute. Los científicos que participaron en la expedición explicaron que la criatura era más grande que el sumergible cuando fue avistada a varios cientos de metros de profundidad, cerca de la isla Rongé, en la Antártida.
A diferencia de otras medusas, las medusas fantasma gigantes no poseen tentáculos urticantes para capturar sus presas. En cambio, utilizan sus brazos para envolver el alimento, que generalmente consiste en plancton o pequeños peces, y lo llevan hacia su boca.
Esta especie también se distingue por ser vivípara, lo que significa que da a luz a crías vivas que se desarrollan dentro de la madre antes de salir nadando de la boca de su progenitora. Se estima que la medusa fantasma gigante puede habitar en cualquier parte de los océanos, hasta profundidades de 6,665 metros, alimentándose de plancton y peces pequeños.
