Un equipo de científicos del Instituto de Oceanología de la Academia China de Ciencias (IOCAS) ha realizado un hallazgo asombroso en el fondo del océano Pacífico. Se trata de un extenso sistema hidrotermal que revela un significativo flujo de hidrógeno, aportando nuevas perspectivas sobre la geología profunda de nuestro planeta. Este campo hidrotermal, conocido como campo hidrotermal Kunlun, se sitúa a aproximadamente 80 kilómetros al oeste de la fosa de Mussau, en la placa Carolina.
El sistema está compuesto por 20 grandes depresiones submarinas, algunas de más de un kilómetro de diámetro, organizadas en lo que los investigadores han descrito como un “enjambre de tuberías”. Estas son estructuras rocosas, tanto verticales como inclinadas, que permiten el transporte de líquidos y gases desde las profundidades de la Tierra. La exploración se llevó a cabo utilizando el sumergible tripulado Fendouzhe, que facilitó la observación de fluidos ricos en hidrógeno y amplias formaciones de carbonato, ubicadas bajo la profundidad de compensación de estos minerales.
Los análisis realizados han mostrado concentraciones de hidrógeno molecular que oscilan entre 5,9 y 6,8 mmol/kg, utilizando técnicas avanzadas como la espectroscopía Raman. Adicionalmente, los marcadores geoquímicos sugieren la existencia de altas temperaturas subterráneas, condiciones que favorecen la formación de dolomita. Este descubrimiento no solo es fascinante desde el punto de vista geológico, sino que también tiene implicaciones significativas para el estudio de recursos energéticos.
El flujo anual de hidrógeno del campo Kunlun se estima en 4,8 x 1011 moles por año, lo que representa al menos el 5% de toda la producción submarina global de hidrógeno abiótico. Este dato posiciona al sistema como uno de los más activos que se conocen hasta la fecha. Los investigadores han señalado que el sistema Kunlun se formó a través de un proceso gradual, primero con erupciones impulsadas por gas y luego mediante una circulación hidrotermal prolongada y el depósito de minerales.
El entorno geológico de esta región es notable, con cráteres de paredes escarpadas, depósitos explosivos de brechas y estructuras estratificadas de carbonato. Además del interés geológico, este hallazgo también tiene relevancia ecológica. Se ha observado la presencia de diversas especies abisales, como camarones, langostas, anémonas y gusanos tubícolas, que podrían depender de la quimiosíntesis impulsada por hidrógeno para sobrevivir en ese entorno extremo.
El Schmidt Ocean Institute ha documentado este descubrimiento, que podría funcionar como un laboratorio natural para investigar la relación entre las emisiones de hidrógeno y el origen de la vida en la Tierra. Los fluidos alcalinos del campo Kunlun podrían reflejar las condiciones químicas que prevalecían en la Tierra primitiva, lo que abre nuevas vías para entender cómo se desarrolló la vida en nuestro planeta.
Los científicos enfatizan que el campo hidrotermal no solo expande nuestro conocimiento sobre la geología profunda, sino que también puede ayudar a identificar recursos submarinos de hidrógeno que aún no han sido explotados. Este tipo de investigación es fundamental para el futuro de la energía renovable y la sostenibilidad, especialmente en un contexto global que busca alternativas más limpias y eficientes. El estudio completo ha sido publicado recientemente en la revista Science Advances, consolidando la importancia de estos hallazgos en el ámbito científico.