Un fenómeno solar está causando confusión entre los astrónomos a nivel global. Durante más de veinte años, el Sol había seguido una tendencia de baja actividad que parecía indicar un prolongado mínimo. Sin embargo, desde 2008, se ha registrado un cambio sorprendente en su comportamiento, desafiando las predicciones más aceptadas por los científicos.
Esta revelación proviene de una investigación publicada en The Astrophysical Journal Letters, donde expertos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA presentan pruebas sólidas que indican que el Sol ha revertido una tendencia a la baja que se había mantenido desde los años 80. Este punto de inflexión coincide con el mínimo histórico de actividad solar registrado en 2008. Desde entonces, la actividad solar ha mostrado un incremento constante, lo que lleva a los investigadores a reconsiderar su comprensión de los ciclos solares.
“Todo apuntaba a que el Sol iba a entrar en una fase prolongada de baja actividad”, comentó Jamie Jasinski, físico del JPL y autor principal del estudio, según un comunicado del centro espacial. “Por eso fue una sorpresa ver que esa tendencia se invirtió. El Sol está despertando lentamente”, agregó.
Los científicos son conscientes del ciclo solar que dura aproximadamente 11 años, durante el cual nuestra estrella alterna entre periodos de calma y fases de intensa actividad. Este patrón, conocido como ciclo de Schwabe, fue observado por primera vez entre 1826 y 1843 por un astrónomo alemán. Se caracteriza por la variación en el número de manchas solares, que son áreas más frías y oscuras en la superficie del Sol, causadas por concentraciones del campo magnético.
Según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, estas manchas solares son zonas donde el campo magnético es significativamente más fuerte que en la Tierra, superando hasta 2,500 veces la intensidad terrestre.
Desde el mínimo histórico de 2008, se han registrado aumentos notables en el viento solar, que ha incrementado su velocidad en un 6%, así como en su densidad y temperatura, con incrementos del 26% y 29%, respectivamente. Estos cambios rompen décadas de declive constante en la actividad solar.
La comunidad científica se mantiene atenta ante estos desarrollos, buscando comprender mejor lo que significa el “despertar” del Sol y sus posibles implicaciones para nuestro planeta y el sistema solar en su conjunto.
