Recientes investigaciones han encontrado que el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) podría estar asociado a un aumento en la creatividad, siempre que se dirija adecuadamente esa capacidad de divagación mental. Los estudios fueron presentados por investigadores en una reunión del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP) en Ámsterdam.
Los datos revelan que aquellos individuos que presentan un mayor número de síntomas de TDAH obtienen puntuaciones más altas en pruebas que evalúan la creatividad. Según el investigador principal, Han Fang, estudiante doctoral en el Centro Médico de la Universidad de Radboud en los Países Bajos, esto se debe a su inclinación a permitir que sus pensamientos divaguen, desviándose de las tareas que están realizando.
Fang comentó: “Identificamos que las personas con rasgos más marcados de TDAH, como la falta de atención y la impulsividad, logran mayores niveles de creatividad en ambos estudios”. Además, se observó que la divagación mental, especialmente la que es deliberada, se asocia con un incremento en la creatividad en personas con TDAH. Este hallazgo sugiere que la capacidad de permitir que la mente divague puede ser un vínculo esencial entre el TDAH y la creatividad.
Los resultados de estos estudios ofrecen una perspectiva positiva sobre lo que a menudo es considerado un trastorno conductual disruptivo. En opinión de Dr. K.P. Lesch, profesor de psiquiatría molecular en la Universidad de Wurzburg en Alemania, esto convierte a las personas con TDAH en activos valiosos para la sociedad y el futuro del planeta.
En las investigaciones, se compararon dos grupos de pacientes con TDAH con personas sin el trastorno, incluyendo un total de 347 participantes en Europa y 403 en el Reino Unido. El Dr. Lesch destacó que la divagación mental es un recurso crítico que sustenta la notable creatividad de los individuos con TDAH de alto funcionamiento.
Los investigadores evaluaron rasgos de TDAH, deficiencias funcionales, divagación mental, pensamiento divergente y creatividad de los participantes. Fang explicó que todos tienen una cierta cantidad de divagaciones mentales, pero en el caso de las personas con TDAH, este fenómeno es más frecuente.
Se identificaron dos tipos de divagación mental: la divagación mental espontánea, que implica una pérdida de concentración, y la divagación mental deliberada, donde las personas se permiten desviarse y explorar pensamientos alternativos. Los hallazgos indicaron que tanto la falta de atención como la hiperactividad-impulsividad están ligadas a la creatividad y a la divagación mental.
Particularmente, la divagación mental deliberada mostró una relación positiva con la inventiva y la imaginación, mientras que la divagación mental espontánea tendía a provocar deficiencias funcionales típicas en personas con TDAH.
Fang sugirió que estos resultados podrían tener implicaciones prácticas en la psicoeducación y en tratamientos. Programas diseñados para enseñar a las personas cómo canalizar sus ideas espontáneas en productos creativos podrían ayudarles a aprovechar los beneficios de la divagación mental.
Añadió que intervenciones basadas en la atención plena adaptadas al TDAH que busquen transformar la divagación mental espontánea en formas más deliberadas podrían reducir las deficiencias funcionales y mejorar los resultados en el tratamiento.
Este estudio es el primero en explorar esta conexión, por lo que se requiere más investigación para confirmar los hallazgos. Cabe señalar que los resultados presentados en conferencias médicas son considerados preliminares hasta su publicación en revistas revisadas por pares.
Para obtener más información sobre el TDAH, el Instituto Nacional de Salud Mental ofrece recursos adicionales.