La reciente expedición “Ecos de dos cañones”, organizada por el Conicet, se adentra en los cañones submarinos de Bahía Blanca y Almirante Brown desde el 15 de octubre. Aunque no brillará por el descubrimiento de especies extraordinarias como en la expedición anterior a Mar del Plata, su enfoque radica en estudiar la topografía submarina y su relación con las corrientes marinas.
“El objetivo de la campaña es analizar cómo la forma del fondo marino influye en la corriente y, a su vez, cómo esto afecta la productividad del área”, señala Graziella Bozzano, geóloga italiana nacionalizada argentina y parte del equipo de investigación. Este equipo está compuesto exclusivamente por científicas, incluyendo a Laura Ruiz Etcheverry, Ornella Silvestri, y la dirección de Silvia Romero.
La propuesta de esta expedición fue planificada hace dos años, cuando Schmidt Ocean Institute (SOI) lanzó una convocatoria para proyectos oceanográficos. El equipo fue seleccionado para investigar cañones submarinos entre Viedma y Rawson, utilizando tecnología de vanguardia, incluyendo el robot submarino ROV SuBastian para alcanzar profundidades significativas.
La investigación se centra en dos áreas: el norte, frente a Bahía Blanca, donde se desplegarán boyas y equipos para medir variables como temperatura y salinidad; y el sur, que se enfocará en la batimetría y las estructuras geológicas del fondo marino. Esta campaña promete ser pionera al integrar diferentes disciplinas para entender el complejo sistema de corrientes y biodiversidad.
Bozzano destaca que las imágenes satelitales indican que algunas áreas del margen oceánico son altamente productivas, aunque todavía se desconoce la razón exacta de esta productividad. “Es la primera vez que se explorarán estos cañones para obtener una topografía detallada”, afirma Bozzano, enfatizando la importancia de unir la geología, biología y estudios de corrientes en un solo proyecto.
La experiencia de anteriores inmersiones ha demostrado que la ciencia bien comunicada tiene un gran impacto en la audiencia. Durante la expedición a Mar del Plata, las transmisiones en vivo alcanzaron cifras masivas de visualización, lo que demuestra el interés del público por la exploración marina.
Bozzano se muestra emocionada por esta nueva aventura, destacando la profesionalidad de la tripulación del buque Falkor, que garantiza un entorno óptimo para la investigación. “El inicio de la navegación es siempre emocionante, y el trabajo colectivo en el barco crea un ambiente de camaradería y pasión por la ciencia”, concluye.