Estocolmo, Suecia.- El 8 de octubre se anunció que el Premio Nobel de Química 2023 fue otorgado a un grupo de tres investigadores: el japonés Susumu Kitagawa, el jordano-estadounidense Omar M. Yaghi y el inglés Richard Robson. Este reconocimiento se da por su trabajo en el desarrollo de las estructuras metalorgánicas, las cuales tienen múltiples aplicaciones prácticas en la actualidad.
Las estructuras metalorgánicas, como se les conoce, son vitales para diversas innovaciones, incluyendo la recuperación de agua del aire, especialmente en regiones áridas, la captura de dióxido de carbono, el almacenamiento de gases tóxicos y la catalización de reacciones químicas. El jurado del Nobel destacó estas capacidades en un comunicado oficial.
El equipo de investigación dirigido por Yaghi logró extraer agua del ambiente desértico de Arizona. Durante las noches, los marcos organometálicos (MOF, por sus siglas en inglés) capturaron vapor de agua del aire. Al amanecer, cuando el sol calentó el material, fue posible recolectar el agua condensada, según el comunicado.
El impacto de este trabajo ha sido significativo, ya que ha llevado a la creación de decenas de miles de nuevas redes moleculares por parte de otros científicos. Estas innovaciones podrían, por ejemplo, ayudar a eliminar contaminantes persistentes, como los PFAS, del agua, según explicó Olof Ramström, profesor de química orgánica y miembro de la Real Academia de Ciencias.
Es importante recordar que la química desempeñó un papel fundamental en los propios trabajos de Alfred Nobel, cuyas invenciones y procesos industriales se basaron en principios químicos. De hecho, la química fue la segunda área que Nobel incluyó en su testamento para ser premiada.
