La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska en Estocolmo ha otorgado el Premio Nobel de Medicina de este año a los científicos estadounidenses Mary E. Brunkow y Fred Ramsdell, junto al japonés Shimon Sakaguchi, por sus significativos descubrimientos en la autorregulación del sistema inmune.
Estos investigadores han sido reconocidos por sus contribuciones al entendimiento de la tolerancia inmunológica periférica, un mecanismo crucial que previene que el sistema inmune ataque al propio cuerpo. Este proceso involucra la identificación y función de las células T, que actúan como “guardianes” del organismo.
En una conferencia de prensa desde la Universidad de Osaka, Sakaguchi compartió su emoción al recibir el reconocimiento, indicando que “entre las investigaciones sobre inmunidad hay muchas con buenos resultados, por eso me siento muy honrado”.
Los hallazgos de estos científicos han permitido el surgimiento de un nuevo campo de estudio, la tolerancia periférica, y han abierto vías para el desarrollo de tratamientos innovadores contra el cáncer y enfermedades autoinmunes, además de facilitar trasplantes más exitosos, reduciendo complicaciones en procedimientos como los de células madre.
Sakaguchi realizó descubrimientos clave sobre una nueva clase de células T que protegen al cuerpo de enfermedades autoinmunes, mientras que Brunkow y Ramsdell aportaron información importante sobre el origen de estas enfermedades.
El Instituto Karolinska explica que todas las células T poseen proteínas en su superficie que funcionan como receptores, permitiendo escanear otras células y detectar si el cuerpo está siendo atacado. Durante la década de 1980, se conocía que las células T maduran en el timo y pasan por un proceso de tolerancia central que elimina aquellas que reconocen las proteínas del cuerpo como amenazas.
En sus investigaciones, Sakaguchi, que en ese momento trabajaba en el Instituto para la Investigación del Cáncer en Nagoya, aisló células T maduras de ratones genéticamente idénticos y las inyectó en ratones sin timo, descubriendo un tipo de células que, a pesar de su excepcionalidad, lograban proteger a los roedores de enfermedades autoinmunes.
En 1995, Sakaguchi presentó su hallazgo de las células T reguladoras, que también presentan en su superficie una proteína denominada CD25. “No era una idea muy popular de investigación, y tuve dificultades para obtener fondos”, comentó el científico japonés durante la conferencia.
Este Nobel de Medicina da inicio a una serie de premiaciones que continuarán en los siguientes días, incluyendo el Nobel de Química y otros galardones en Física, Literatura, Paz y Economía, todos con una dotación económica de 11 millones de coronas suecas, equivalentes a aproximadamente 1.2 millones de dólares.
Con información de EFE.
