Con el regreso a clases programado para el 1 de septiembre, los padres de familia en Morelia, Michoacán, se enfrentan a un desembolso económico considerable. Según un sondeo realizado entre padres de familia, el gasto promedio en útiles escolares oscila entre 1,600 y 3,200 pesos por estudiante de nivel primaria y secundaria.
Los gastos acumulados en el regreso a clases
Estefanía, madre de tres niños, expresa su frustración: “Ahorita llevo más de 4,000 pesos y aún me faltan cosas.” Su hijo mayor inicia secundaria, el segundo pasa a quinto año de primaria y su hija comienza el kínder. “Entiendo que necesitan cosas, pero hay maestros que piden en exceso; por ejemplo, a mi niña le pidieron paquetes de papel, folders y otros productos de limpieza”, señala. Además, agrega que todavía le faltan los uniformes de sus hijos, lo que incrementa aún más el gasto.
Paola, madre de una niña que ingresa a sexto de primaria, comparte que ha gastado alrededor de 3,800 pesos. “Algunos útiles deberían pedirse solo una vez por ciclo, como los diccionarios de español e inglés, porque siempre me los piden nuevos”, comenta. También menciona que el forrado y etiquetado de los útiles se convierte en un “gastito” adicional, ya que, por su trabajo, no tiene tiempo y prefiere pagar a alguien para que lo haga.
Retos económicos para las familias
La situación es aún más complicada para Marily, madre soltera de dos niños. “Todo está carísimo. Hasta ahora he gastado más de 3,000 pesos y todavía me faltan cosas”, dice. Menciona que las mamás de la secundaria donde estudia su hijo se organizan para ir a Moroleón, donde los uniformes son más baratos. “Lo que hacemos es quitar los escudos de la ropa de años anteriores y ponérselos a la nueva”, añade con resignación.
Gloria, de 32 años, afirma que gasta un promedio de 4,100 pesos en útiles para sus dos hijas en secundaria. “Con el sueldo de mi esposo y el mío apenas la hacemos. No me parece justo que en una escuela pública nos pidan jabón para el baño; ¿dónde está el dinero de las inscripciones?”, cuestiona, mientras se prepara para un septiembre lleno de gastos adicionales por festivales y eventos escolares.
La realidad es que el regreso a clases no solo implica la compra de útiles y uniformes, sino también una carga emocional y económica que afecta a muchas familias morelianas. Con gastos acumulados que pueden superar los 5,000 pesos por niño, las familias deben hacer malabares para que el presupuesto alcance. La presión económica se siente en cada rincón, y el inicio del ciclo escolar se convierte en un reto que pone a prueba la capacidad de cada hogar.