Pekín, 30 de septiembre de 2025.- Un estudio reciente sobre un cráneo humano de un millón de años encontrado en el centro de China ha puesto en evidencia una rama del árbol genealógico humano que se desconocía hasta ahora, retrasando significativamente la cronología de la evolución humana. Este análisis fue publicado en la revista Science esta semana.
El fósil, denominado Yunxian 2, ha sido clasificado como un miembro temprano del clado Homo longi, conocido también como hombre dragón. Los investigadores sugieren que la separación de los linajes humanos primitivos ocurrió mucho antes de lo que se había creído anteriormente. Según los hallazgos, los humanos podrían haberse distanciado de sus ancestros cerca de 400 mil años antes de lo que se pensaba y que esta divergencia tuvo lugar en Asia, no en África.
El cráneo de Yunxian 2 fue descubierto en el distrito de Yunxian, en la provincia de Hubei, en 1990, pero durante el proceso de fosilización sufrió daños que complicaron su análisis. Inicialmente se le había clasificado como Homo erectus, una especie que vivió hace entre 1.9 millones y 110 mil años y que se caracterizaba por caminar erguido. Sin embargo, un equipo del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia China de Ciencias realizó una extensa reconstrucción digital que permitió reclasificar el fósil.
Utilizando tomografía computarizada de alta resolución y escaneo en tres dimensiones, los investigadores identificaron fracturas, depósitos minerales y fragmentos óseos intactos. Con base en un análisis detallado de las características anatómicas y cientos de puntos de referencia geométricos, lograron recomponer digitalmente el cráneo mediante un innovador método de reconstrucción.
El modelo reconstruido muestra una combinación de rasgos primitivos y avanzados. Presenta una frente baja y plana, junto con un rostro prominente similar al de los Homo erectus más antiguos o al Homo heidelbergensis, que habitó en África y Europa entre 700 mil y 200 mil años atrás. No obstante, también exhibe pómulos más planos, un cráneo posterior más ancho y un volumen cerebral superior a los 1,100 centímetros cúbicos. Estas características lo alinean con fósiles de Homo longi y otros del Pleistoceno Medio y Superior, aproximadamente entre 125 mil y 11 mil 700 años.
Basado en el análisis de Yunxian 2, se ha podido construir un árbol genealógico completo del género Homo. Este estudio concluye que la división entre los linajes humanos primitivos sucedió mucho antes de lo que indica el registro fósil. Los investigadores afirman que Yunxian 2 no es un Homo erectus, sino un ancestro temprano del clado Homo longi, que podría incluir a los denisovanos, un grupo extinto de humanos antiguos que vivió en Asia entre 400 mil y 30 mil años atrás.
“Los hallazgos sugieren que hace un millón de años, nuestros ancestros ya estaban divididos en grupos distintos, lo que implica una historia evolutiva más compleja de lo que se había considerado”, declaró Ni Xijun, el investigador principal del equipo. Además, enfatizó que aún queda mucho por descubrir sobre los orígenes de la humanidad.
El estudio ha iluminado el misterio de la evolución humana entre hace un millón y 300 mil años, sirviendo como un recordatorio de que el conocimiento actual es solo una parte de un panorama mucho más amplio. El equipo de investigación también incluye miembros de diversas universidades e institutos arqueológicos de China, así como del Museo de Historia Natural de Londres.