La UD Almería se encuentra en una etapa decisiva de su temporada, con una serie de enfrentamientos que pondrán a prueba su resistencia. Tras un intenso partido contra Las Palmas, el equipo dirigirá su atención hacia un nuevo desafío: el próximo sábado se enfrentará al Deportivo de La Coruña en el Estadio Abanca-Riazor.
El regreso desde Gran Canaria está programado para este domingo, mediante un vuelo chárter que partirá en las primeras horas de la mañana. A su llegada, los jugadores llevarán a cabo una sesión de entrenamiento centrada en la recuperación, aunque también habrá oportunidad para un trabajo más intenso para aquellos que no tuvieron mucho tiempo de juego en el último encuentro.
El lunes se les otorgará un día de descanso a los jugadores, y el martes retoman las actividades en el Anexo, mientras se realizan trabajos de remodelación del césped del estadio.
En cuanto a la plantilla, Rubi podrá contar prácticamente con todos los jugadores disponibles para el próximo partido, aunque persiste la incertidumbre sobre la situación de Lopy, quien sufrió una lesión durante el enfrentamiento anterior contra el Sporting de Gijón. El entrenador ha indicado que la participación de Lopy dependerá de su evolución a lo largo de la semana.
Si no logra estar listo para el partido contra el Deportivo, Rubi confía en que podrá regresar para el duelo del 11 de octubre contra el Real Zaragoza en casa. Además, es importante señalar que Embarba estará ausente debido a su expulsión en el encuentro contra Las Palmas.
A pesar de estos contratiempos, la confianza y determinación del equipo continúan firmes mientras se preparan para enfrentar a un rival complicado como es el Deportivo.
