Durante el último fin de semana, alrededor de 400 migrantes en situación irregular arribaron a las costas españolas, en un nuevo episodio que refleja la crisis migratoria que enfrenta Europa. Las islas de Gran Canaria, Baleares y la provincia de Almería fueron los principales destinos de los cayucos, poniendo en evidencia el peligroso viaje que muchos realizan en busca de mejores oportunidades.
Rescate en Gran Canaria
En un notable rescate, Salvamento Marítimo logró recuperar a 236 personas de origen subsahariano que se encontraban a la deriva en un cayuco sin motor, localizado a 232 millas al sur de Gran Canaria. La operación se inició en la madrugada del domingo, tras recibir una alerta del buque Teos, que había avistado la embarcación en apuros. A las 2:15 horas, el equipo de rescate llegó y llevó a cabo la extracción de migrantes, que incluía hombres, mujeres y niños, quienes fueron trasladados al puerto de Arguineguín.
Atención humanitaria en Almería
En Almería, los equipos de respuesta inmediata de Cruz Roja atendieron a un total de 140 migrantes que llegaron por sus propios medios o en pateras desde el viernes. Esta labor ha sido crucial, ya que los equipos activaron hasta diez intervenciones, siendo la mayoría realizadas el domingo, donde se atendieron grupos de hasta 33 personas.
Los rescates se llevaron a cabo en diferentes puntos del litoral almeriense, desde El Playazo de Vera hasta la zona de Cabo de Gata y la playa de San Miguel en El Ejido. Este esfuerzo humanitario subraya la creciente llegada de migrantes a las costas españolas, un fenómeno que ha captado la atención internacional.
Desapariciones en Baleares
Por otro lado, en Baleares, la situación es igualmente alarmante. Se suspendieron las labores de búsqueda de 12 migrantes desaparecidos tras el naufragio de una patera en Cabrera, donde viajaban un total de 26 personas. Salvamento Marítimo confirmó que ya no desplegarán más medios para buscar a los desaparecidos, aunque emitirán avisos a navegantes para posibles avistamientos.
Asimismo, se busca a otros tres migrantes que desaparecieron de una embarcación naufragada al sur de Mallorca, después de haber estado a la deriva durante aproximadamente seis días. Este contexto resalta la precariedad y el riesgo que enfrentan los migrantes en su travesía por el Mediterráneo.
La crisis migratoria en España sigue siendo un tema candente, que requiere atención no solo por parte de las autoridades, sino también de la sociedad civil, que debe estar lista para ofrecer apoyo a quienes arriesgan sus vidas en busca de un futuro mejor.