Este fin de semana, David Broncano hizo una aparición destacada en el FesTVal de Vitoria, donde habló abiertamente sobre su programa ‘La Resistencia’ y su relación sentimental con la actriz Sylvia Alonso. Durante la conferencia de prensa, el humorista no esquivó el tema de la competencia que representa ‘El Hormiguero’, su rival más fuerte en la televisión.
La dura batalla por la audiencia
Broncano expresó su sorpresa por los altos índices de audiencia que ha alcanzado ‘El Hormiguero’ en su regreso de vacaciones, afirmando: “No me esperaba tanto, habría dicho un 17, un 18, pero un 21 es una locura. Bueno, porque esa gente es que… es que nos amarga en la vida”. Este comentario refleja la presión constante que siente ante un competidor que ha estado en la cima durante más de 20 años.
El presentador también destacó la dificultad de competir con un programa que ha logrado una sólida base de seguidores: “Es una apisonadora, es muy difícil. Nosotros el año pasado conseguimos durante unos meses estar por delante, y luego ya puntualmente de vez en cuando en alguna franja te da así”. Sin embargo, Broncano se mostró decidido a dar lo mejor de sí mismo para no dejarse superar, reconociendo que “a nivel de puramente audiencia nos lo complica, claro”.
Reflexiones sobre su relación personal
Al abordar su relación con Silvia Alonso, Broncano reveló que le molesta que la gente la denomine “novia de”, dado que ella tiene una carrera consolidada como actriz. “Sí, eso ha pasado. Posiblemente eso haya mejorado un poquito en los últimos años, pero no ha dejado de pasar”, afirmó. Reconoció que su pareja ha presentado proyectos importantes, incluyendo una serie en Movistar, y que a veces ella le menciona situaciones en las que su nombre es eclipsado por el suyo.
La realidad es que Broncano y Alonso enfrentan el desafío de ser reconocidos por sus propios méritos, algo que cada vez es más relevante en el mundo del entretenimiento. “Esperemos que poco a poco se vaya”, concluyó, dejando claro su deseo de que la percepción sobre su pareja cambie con el tiempo.
El FesTVal de Vitoria se convierte, así, en un escenario no solo para la promoción de programas, sino también para reflexiones sobre la competencia y las relaciones en el mundo del espectáculo, donde cada palabra cuenta y cada cifra de audiencia puede marcar la diferencia.