Los Diablos Rojos del México han confirmado su intención de participar en el Mundial de 2026, un evento futbolístico que se llevará a cabo en México, Estados Unidos y Canadá. Esta competencia coincide con la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), lo que ha llevado a la organización a trazar un plan para maximizar su presencia durante este importante acontecimiento deportivo.
En su primer día como presidente ejecutivo, Jorge del Valle indicó que su objetivo es atraer a los turistas que visiten la capital del país para los partidos en el Estadio Azteca y motivarlos a asistir a los juegos en el Diamante de Fuego del Estadio Alfredo Harp Helú. “Debemos entender que vamos a vivir un Mundial en nuestro país, y tenemos que buscar que el béisbol no pierda esa tradición y esos números que está deteniendo”, afirmó Del Valle.
La afición ha mostrado un incremento en su asistencia en los últimos años, y el nuevo presidente de los Diablos está decidido a mantener esta tendencia a pesar de los desafíos que pueda presentar el Mundial. “La mente está en eso, y los números poco a poco nos lo van a decir”, explicó. La organización está convencida de que, aunque la atención se centrará en el fútbol, hay oportunidades para que el béisbol se destaque entre los visitantes.
Durante el evento, el Estadio Azteca albergará cinco partidos de la Copa del Mundo entre el 11 de junio y el 19 de julio, lo que implica que la campaña de la LMB se desarrollará entre los meses de abril y septiembre. Consciente de esto, la directiva de los Diablos Rojos planea evitar programar partidos en fechas coincidentes con los encuentros de la selección mexicana, buscando así no competir con el interés que generan los partidos de fútbol.
Además, Jorge del Valle sugirió que se podría considerar la posibilidad de transmitir algunos partidos del Mundial en el estadio de los Diablos, creando un ambiente festivo para los aficionados del béisbol. “No me gustaría al mismo tiempo que está jugando México, que todos debemos ser México, estemos nosotros también jugando”, dijo Del Valle. Se buscará un horario que permita disfrutar de ambos deportes sin conflictos.
Este desafío representa una oportunidad significativa para los Diablos Rojos del México, quienes el año pasado promediaron una asistencia de 14,443 aficionados por partido. La organización espera superar esta cifra y brindar una experiencia inolvidable a los fanáticos del béisbol durante el Mundial.