El pasado fin de semana, el patinador Donovan Carrillo logró conquistar la medalla de bronce en el torneo clasificatorio celebrado en Pekín, China, un evento crucial para su participación en los Juegos de Invierno Milano-Cortina 2026.
Desde sus inicios, Carrillo ha demostrado que no se conforma con ser un espectador en el ámbito del patinaje artístico, un deporte poco común en México, donde la práctica se limita a centros comerciales. A pesar de enfrentar numerosas dificultades y la falta de instalaciones adecuadas que abundan en Europa y Asia, el originario de Jalisco ha transformado cada obstáculo en una oportunidad de crecimiento.
Con 25 años, Carrillo regresa al escenario olímpico después de asegurar su clasificación. Su actuación en Pekín, donde presentó una rutina libre con melodías de Elvis Presley, no fue perfecta en términos técnicos, pues algunos de sus saltos lo llevaron a contener la respiración mientras aguardaba la calificación. Sin embargo, su determinación fue inquebrantable. “Intenté luchar por cada elemento y sumar todos los puntos posibles en los giros, la coreografía, los pasos… en todo”, manifestó tras finalizar su presentación, según reporta el medio “El País”. “Al final, estoy feliz de que el esfuerzo haya valido la pena”, agregó.
Lo que distingue a Carrillo no son solo sus logros numéricos, sino también su carisma y la conexión que establece con el público. La Unión Internacional de Patinaje lo ha nombrado “el favorito de los aficionados”, un reconocimiento que ha ganado por su autenticidad y su energía en el hielo.
El año 2025 ha sido testigo de su constancia y dedicación, ya que ha cosechado medallas en competencias en Paises Bajos y Alemania, y ha participado en eventos en Asia y Estados Unidos. Su preparación ha sido rigurosa, entrenando junto a sus entrenadores canadienses, Jonathan Mills y Myke Gillman, contribuyendo así a su desarrollo como atleta.
Cada competencia representa para Carrillo un recordatorio del amor que siente por este deporte. “No ha sido sencillo, pero cada sacrificio vale la pena cuando puedo compartir el hielo con atletas de tanto nivel y, sobre todo, inspirar a otras personas en mi país”, expresó.
Con su regreso a los Juegos Olímpicos, Donovan Carrillo mantiene la esencia que lo ha llevado hasta aquí: perseverancia, carisma y la convicción de que los sueños pueden abrirse camino incluso en un entorno poco favorable para el patinaje en México. En Milano-Cortina 2026, no solo buscará mejorar su posición en el ranking mundial, sino también reafirmar que su historia es la de un joven que, a pesar de las limitaciones, ha logrado convertirse en un referente internacional.
