El Gobierno británico ha impulsado una reforma del sistema de asilo, buscando acelerar los procesos de solicitud y reducir el uso de hoteles como refugio para migrantes. Este anuncio ocurre en un clima de protestas masivas y contramanifestaciones en diversas ciudades del país.
Reforma del sistema de asilo
La ministra del Interior, Yvette Cooper, subrayó que la reforma contempla la creación de un organismo independiente destinado a agilizar la resolución de casos de asilo. La funcionaria destacó la urgente necesidad de abordar los “retrasos inaceptables” que han caracterizado al sistema actual, heredado de administraciones anteriores. “No podemos seguir con estos retrasos completamente inaceptables que implican que los solicitantes de asilo a quienes se les ha denegado se queden en el país durante años, generando un gran costo para las arcas públicas”, declaró Cooper en un comunicado oficial.
Actualmente, el proceso para decidir sobre una solicitud de asilo supera el año en promedio, habiendo más de 51,000 procedimientos abiertos. Cooper también mencionó que es crucial evitar que la cifra de migrantes alojados en hoteles, que asciende a aproximadamente 32,000, continúe en aumento. Los detalles sobre la nueva vía rápida para la toma de decisiones se presentarán en otoño, considerando las experiencias de otros países europeos.
Protestas y tensiones sociales
El anuncio del Gobierno coincidió con un fin de semana de intensas movilizaciones en todo el Reino Unido. Cientos de personas se reunieron en ciudades como Bristol, Exeter, Liverpool, y Nueva York, bajo el lema “Abolamos el sistema de asilo”. Los manifestantes expresaron su rechazo al uso de hoteles para alojar solicitantes de asilo, portando pancartas y banderas de San Jorge.
Simultáneamente, grupos antirracistas, convocados por la organización Stand Up to Racism, se manifestaron para defender el derecho de asilo y solicitar solidaridad con los refugiados. En algunas de estas ciudades, la tensión derivó en enfrentamientos, aunque la policía había implementado un importante despliegue para garantizar la seguridad durante las protestas.
En Bristol, la intervención de la policía montada fue necesaria para separar a los grupos en conflicto en Castle Park, resultando en el arresto de una mujer por agredir a un trabajador de emergencias. El inspector jefe Keith Smith mencionó que su prioridad era facilitar la protesta pacífica y legal de ambos bandos, reconociendo el profesionalismo de los agentes en una situación compleja.
El debate político sobre la reforma del sistema de asilo se ha intensificado desde el anuncio. El Partido Conservador, actualmente en oposición, calificó el sistema vigente de “caótico” y criticó la gestión de los procedimientos de asilo. Por su parte, el partido Reform UK, liderado por Nigel Farage, ha defendido la necesidad de llevar a cabo deportaciones masivas de migrantes que hayan llegado al país de manera irregular.
Farage, quien lidera las encuestas de intención de voto, ha manifestado que, de llegar al poder, su partido impulsará la detención automática de solicitantes de asilo que arriben en pequeñas embarcaciones, así como su deportación a países como Afganistán y Eritrea. Según sus estimaciones, estas medidas podrían afectar a cientos de miles de personas.
La controversia sobre el uso de hoteles para alojar migrantes ha sido uno de los puntos más debatidos. El Gobierno laborista de Keir Starmer se ha comprometido a eliminar gradualmente esta medida antes de 2029, aunque advirtió que la transición deberá ser ordenada. La presencia de migrantes en estos establecimientos ha generado protestas recurrentes y polarización social creciente.
Orden judicial y futuro incierto
En este contexto, el Tribunal Superior de Londres otorgó al ayuntamiento de Epping una orden judicial temporal para desalojar a los migrantes del Hotel Bell el 12 de septiembre de 2023. Este hotel se convirtió en un foco de atención tras la imputación de un migrante acusado de agresión sexual, un caso que avivó la controversia sobre la idoneidad de los hoteles como solución temporal para los solicitantes de asilo.
La tensión social en torno a la política migratoria británica no muestra signos de disminuir, y se prevén nuevas protestas en los próximos días. El debate sobre el futuro del sistema de asilo y la acogida de migrantes continúa polarizando a la sociedad y dominando la agenda política nacional. En este escenario, la propuesta de endurecer las medidas migratorias y priorizar las deportaciones se consolida como un eje central del debate público en el Reino Unido.
