El concepto de pasar los últimos años de vida en un crucero, despertando cada día en un nuevo puerto, ya no es solo un sueño inalcanzable. Cada vez más personas están considerando esta alternativa como una opción viable para su jubilación, y lo mejor de todo: puede resultar más económica que una residencia tradicional para mayores.
Una nueva forma de jubilación
Villa Vie Residences, una innovadora línea de cruceros estadounidense, ha lanzado un programa de residencia permanente en el mar, permitiendo a los jubilados disfrutar de su retiro con todas las comodidades de un hotel de lujo. En octubre, la compañía presentó su primer crucero a bordo del Odyssey, prometiendo a sus pasajeros una experiencia de viaje alrededor del mundo.
Los interesados tienen la opción de ser propietarios de un camarote o de arrendar uno de por vida a través del programa Endless Horizons, lo que les permite vivir cómodamente mientras exploran 425 puertos en 147 países durante un viaje que dura aproximadamente tres años y medio.
El ‘pasaporte dorado’ y sus beneficios
Recientemente, Villa Vie Residences lanzó su “pasaporte dorado”, una credencial que facilita el ingreso de más pasajeros a esta comunidad flotante. Los precios varían dependiendo de la edad: desde 85,305 euros para mayores de 90 años, hasta 341,223 euros para personas entre 55 y 60 años. Este pasaporte incluye comidas, servicio de limpieza, chequeos médicos anuales y bebidas alcohólicas durante las comidas, lo que representa un paquete integral de servicios.
Además, los residentes pueden invitar a familiares y amigos a bordo, pagando una tarifa de 110 euros por día. Aunque actualmente solo el Odyssey opera como residencia permanente, la compañía planea que este pasaporte sea transferible a toda su flota en el futuro.
La empresa se ha comprometido a hacer “posible y asequible” el sueño de viajar. Algunos pasajeros, como Sharon Lane, ya han optado por esta modalidad. A sus 77 años, Sharon dejó su hogar de jubilados en el condado de Orange, California, y utilizó sus ahorros para adquirir un camarote vitalicio. “Por fin puedo hacer lo que he querido hacer durante años. Compro el camarote, vivo ahí, y ya está. Así el viaje no tendrá fin”, declaró.
El fundador de Villa Vie Residences, Mike Petterson, anima a más personas a considerar el “pasaporte dorado”. “Al jubilarse, uno de sus mayores temores es quedarse sin dinero. Con el pasaporte, esa incertidumbre desaparece, porque un solo pago asegura una vida llena de aventuras”, afirmó.
Por su parte, la CEO de la línea de cruceros, Kathy Villalba, enfatizó que “la vida avanza rápidamente y el arrepentimiento que comparte la mayoría de las personas es no haber viajado por el mundo cuando tuvieron la oportunidad”. Aseguró que el pasaporte “hace posible y asequible el sueño de viajar, de una manera nunca antes vista en la industria de los cruceros”.