El programa deportivo El Chiringuito, que ha ganado popularidad no solo en España, sino también en América Latina y partes de Estados Unidos, se vio envuelto en una controversia durante su cobertura del Mundial de Clubes. Un intercambio entre el periodista Edu Aguirre y el ex jugador de Cruz Azul, Marc Crosas, captó la atención de los aficionados y se volvió viral en redes sociales.
Todo ocurrió en el contexto de la antesala de las semifinales del torneo, donde el Real Madrid se preparaba para enfrentarse al Paris Saint Germain. En una transmisión, el actor argentino Julián Gil se coló en uno de los reportes, lo que desató las críticas de Aguirre. Este último, molesto por la situación, expresó: “Aquí acreditan a cualquiera”, refiriéndose a la facilidad con la que algunos personajes obtienen acreditaciones para eventos deportivos.
La respuesta de Crosas no se hizo esperar. En un tono sarcástico, el ex futbolista replicó en redes sociales: “Aquí acreditan a cualquiera”, dice un reportero con bufanda y pinta de hooligan con lágrimas en los ojos y sacando bilis por la boca. Esta declaración se convirtió rápidamente en un tema candente entre los seguidores del programa y del fútbol en general.
A pesar de la tensión inicial, el intercambio no escaló más allá de las redes sociales. La controversia tomó un giro inesperado cuando Julián Gil decidió aclarar su participación en el programa. “Querido Edu Aguirre, perdona, pero el fan del fútbol pudo más que yo. Jajaja…”, escribió en sus perfiles, haciendo referencia a su amistad con Cristóbal Soria, otro de los integrantes del programa. “Si te quedas a la final, te busco para darte un abrazo como se merece un ‘crack’ de ‘El Chiringuito de Jugones’”, continuó Gil, buscando desdramatizar la situación.
La polémica no solo se limitó a Aguirre y Crosas, ya que el propio Crosas también estuvo en el centro de atención durante el Mundial de Clubes por su colaboración con la relatora argentina Lola del Carril. La química entre ambos durante las transmisiones desató rumores sobre un posible cortejo, lo que añadió un elemento adicional de interés a su participación en el evento.
Este tipo de situaciones resalta cómo los programas deportivos no solo cubren los eventos en sí, sino que también se convierten en un escenario para interacciones y dramas que alimentan la conversación entre los aficionados. En un mundo donde las redes sociales juegan un papel crucial, el episodio entre Aguirre, Crosas y Gil es un recordatorio de que el fútbol, además de ser un deporte, es también un fenómeno cultural que genera pasiones intensas.
En última instancia, el intercambio entre estos personajes del deporte refleja la intensidad de las emociones que el fútbol puede provocar, tanto dentro como fuera del campo. La controversia, aunque breve, sirvió para recordar que en el fútbol, la rivalidad y el compañerismo pueden coexistir, y que cada partido trae consigo no solo el juego, sino también historias que capturan la atención de millones.
