El FC Barcelona ha recibido una noticia alarmante sobre la salud de uno de sus jugadores más destacados, Pablo Páez Gavira, conocido como Gavi. El joven futbolista estará fuera de acción por un periodo de entre cuatro y cinco meses tras someterse a una artroscopia en el menisco interno de su rodilla derecha.
La cirugía fue realizada el pasado martes por el doctor Joan Carles Monllau, en colaboración con los servicios médicos del club, quienes decidieron suturar el menisco para asegurar su preservación. Aunque esta decisión busca garantizar una recuperación completa del jugador, el tiempo estimado para su regreso representa un gran desafío para el equipo y sus aspiraciones en las competiciones.
Este contratiempo es especialmente preocupante, ya que Gavi ya había enfrentado problemas severos en la misma rodilla. En noviembre de 2023, había sido operado por una rotura completa del ligamento cruzado y una lesión en el menisco externo, lo que lo mantuvo fuera de las canchas durante casi un año.
La lesión más reciente ocurrió durante un entrenamiento el 29 de agosto, donde inicialmente se optó por un tratamiento conservador. Sin embargo, ante la persistencia del dolor, se tomó la decisión de realizar la cirugía. A diferencia de la grave lesión anterior, en esta ocasión el menisco interno fue el afectado, lo que genera inquietud sobre su futuro deportivo.
La ausencia de Gavi se suma a otros problemas en la plantilla, como la baja del guardameta Marc-André ter Stegen, quien también se encuentra en un proceso de recuperación prolongado. Además, Fermín López estará fuera alrededor de tres semanas, y Lamine Yamal arrastra molestias en el pubis, con un tiempo de recuperación aún no definido.
Esta situación presenta un reto significativo para el entrenador del Barcelona, quien deberá ajustar su estrategia sin contar con una de sus piezas clave en el mediocampo. Para los aficionados mexicanos y latinoamericanos, el caso de Gavi sirve como un recordatorio de las exigencias del fútbol de élite y cómo las lesiones pueden impactar una carrera prometedora.
A sus 20 años, Gavi ha demostrado ser un jugador con gran personalidad y liderazgo, pero ahora se enfrenta al desafío de mostrar paciencia y resiliencia mientras se recupera de esta nueva lesión.