En un ambiente de camaradería y emoción, la CMIC organizó una carrera de 10 kilómetros para conmemorar el Día del Ingeniero, atrayendo a unos 800 participantes de diversas categorías. La competencia, que se llevó a cabo en Yucatán, no solo destacó por su nutrida participación, sino también por el notable desempeño de los corredores.
El gran vencedor de la jornada fue Luis López Reyes, quien, con un tiempo de 32 minutos y 05 segundos, se alzó con el primer lugar en la categoría de ingenieros y estudiantes. En esta misma categoría, Luis Ángel Rojas Vinalay y José Basto Acosta ocuparon el segundo y tercer lugar respectivamente, marcando tiempos de 34’40” y 39’48”. Cabe destacar que Basto Acosta también se coronó como ganador en la rama libre varonil, demostrando su versatilidad y resistencia.
En otras categorías, los participantes también dejaron huella. En la submaster, Fernando Saavedra de León se impuso con un tiempo de 34’41”, mientras que Lorenzo Chan May dominó la categoría máster con 36’22”. Héctor Gámez Martínez y Esteban Pineda Suárez se destacaron en las categorías de veteranos y veteranos plus, marcando tiempos de 39’15” y 43’15” respectivamente.
Proezas femeninas en la carrera
Las mujeres también brillaron en el evento. Ariana Flores Soriano se coronó ganadora en la categoría de ingenieros y estudiantes con un destacado tiempo de 38’36”. Entre las demás competidoras, Abigail Cabrera Martínez se llevó el primer lugar en la categoría libre con un tiempo de 38’58”. Rosalba Mex Mex, Damary Romero Vargas, Claudia Cardona y Lourdes Arceo Gil también se destacaron en sus respectivas categorías, demostrando la creciente presencia femenina en el deporte.
Los participantes no solo compitieron por los primeros lugares, sino que también disfrutaron de una jornada que celebró el arduo trabajo y dedicación que caracterizan a los ingenieros. El evento sirvió como una plataforma para fortalecer los lazos entre colegas y promover un estilo de vida saludable entre los profesionales del sector.
La Carrera CMIC del Día del Ingeniero no solo fue una competición deportiva, sino una celebración de la comunidad, uniendo a ingenieros experimentados y jóvenes estudiantes en un evento que seguramente se convertirá en una tradición anual.
