Juan Máximo Reynoso, ídolo de Cruz Azul y figura clave en su historia, reveló en una reciente entrevista que tuvo la oportunidad de retirarse con la camiseta de La Máquina, pero decidió no aceptar la oferta. Este exjugador peruano, quien ha dejado una huella imborrable en el club, tanto como jugador como director técnico, compartió los motivos de su decisión.
La oferta que no pudo aceptar
Reynoso, que acumuló casi 300 partidos con Cruz Azul entre 1994 y 2002, fue contactado por Rubén Omar Romano en 2005 tras su paso por Necaxa, su último club como futbolista. En su diálogo con Yosgart Gutiérrez, el exdefensa recordó cómo Romano, por medio de Norberto Scoponi, le propuso regresar al club en un momento en el que Cruz Azul buscaba reforzar su defensa.
“Ruben quiere que vuelvas a Cruz Azul. Necesito un central que saque la pelota, ¿te interesa o no?”, mencionó Reynoso que le fue propuesto. La oferta incluía un contrato a medida, con la duración y condiciones que él deseara. Sin embargo, su respuesta fue clara: “me encantaría, pero siento que he dejado una buena imagen en el club y regresar no me siento tan bien”.
Temor a las lesiones y un legado que cuidar
El exjugador destacó que el dolor físico y el temor a una nueva lesión fueron factores decisivos en su decisión. “Me estoy retirando porque la verdad me duele mucho el tendón y tengo miedo de romperme”, explicó. No obstante, a pesar de la tentadora oferta, Reynoso optó por no comprometer su legado. Pocos días después de rechazar la propuesta, se convirtió en auxiliar técnico de Necaxa, dando inicio a su carrera en los banquillos.
Es evidente que Juan Reynoso ha considerado su trayectoria y el impacto que tiene en la afición de Cruz Azul. Su historia es un recordatorio de que en el fútbol, más allá de los contratos y las ofertas, hay un profundo sentido de pertenencia y respeto por la historia de un club que ha significado tanto para él.
