El futbolista mexicano Julián Quiñones ha aprovechado sus vacaciones para reencontrarse con sus raíces y sorprender a sus excompañeros del Atlas FC durante un partido de la Liga MX en Monterrey. Con un presente destacado en el fútbol árabe, donde juega para el Al Qadisiya, Quiñones no olvida la conexión que tiene con su antiguo club, lo que lo llevó a vivir un emotivo encuentro en el estadio “Gigante de Acero”.
El evento, que enfrentó a Monterrey contra Atlas, se convirtió en una ocasión especial no solo para los aficionados, sino también para el mismo jugador, quien decidió asistir al encuentro y brindar su apoyo a los rojinegros. Desde su llegada al estadio, el delantero fue recibido con entusiasmo por los aficionados, quienes recordaron sus contribuciones al equipo durante su etapa como jugador.
Antes de que el equipo del Atlas pisara el campo, Quiñones se reunió con sus antiguos compañeros, creando un ambiente de camaradería y nostalgia. A través de redes sociales, se compartieron imágenes que mostraban la calidez del recibimiento, evidenciando el cariño que aún existe entre el futbolista y la plantilla, a pesar de su partida. “¡Qué momento! Adivinen quién nos acompaña hoy en Monterrey”, publicó el equipo en su cuenta oficial de Twitter, acompañando la frase con una foto de Quiñones junto a los jugadores.
Durante su tiempo con el Atlas, que abarcó desde 2019 hasta 2021, el atacante disputó un total de 78 encuentros, en los que anotó 32 goles. Su destacada actuación fue fundamental para que el club lograra el histórico bicampeonato en la Liga MX. Este vínculo emocional con la institución se hizo evidente cuando, en un gesto de apoyo, participó en la arenga del equipo antes del partido, animando a sus excompañeros con un “¡Y VAMOOOOS ROJINEGROOOOOOS!”
La visita de Quiñones no solo fue un momento de alegría para los jugadores, sino también para los seguidores del club, quienes lo recibieron como uno de los suyos. La presencia del delantero en el estadio generó un ambiente festivo y una conexión especial con la afición, recordando que, a pesar de sus nuevos desafíos en el extranjero, su amor por el Atlas sigue intacto.
En el transcurso del partido, el Atlas no logró llevarse la victoria, cayendo ante Monterrey. Sin embargo, el gesto de Quiñones resaltó la importancia de la camaradería y el apoyo entre los jugadores, así como el sentido de pertenencia que se forja en el deporte. La pregunta que queda en el aire es si alguna vez volverá a defender los colores rojinegros, un tema que sus seguidores no dejan de especular.
En el mundo del fútbol, donde los lazos emocionales son tan significativos como las victorias, la visita de Julián Quiñones a Monterrey se convierte en una historia que representa más que un simple reencuentro. Es un recordatorio de que, independientemente de la trayectoria profesional, las raíces y los recuerdos siempre tienen un lugar especial en el corazón de un jugador.