Este 18 de septiembre, el Comité Central Confederal de la CGT se reunirá para convocar al congreso que renovará las autoridades el 5 de noviembre en el estadio de Obras Sanitarias, en un contexto de tensiones internas y críticas a la cúpula de la central obrera. Aunque se esperaba que el encuentro, realizado en la sede de Azopardo 802, fuera escenario de fuertes debates, las intervenciones se mantuvieron en un tono moderado, aunque no exentas de cuestionamientos.
Críticas desde el kirchnerismo
Uno de los momentos más destacados fue la intervención de Abel Furlán, líder de la UOM alineado con el kirchnerismo, quien demandó un programa claro que impulse una postura de confrontación contra el Gobierno. A pesar de ser un crítico de la dirección cegetista, su discurso fue medido y respetuoso. “La nueva CGT debe tener presencia en los espacios de discusión”, enfatizó Furlán antes de abandonar la reunión.
En respuesta, Andrés Rodríguez, secretario adjunto de la CGT, defendió las acciones realizadas por la central bajo su administración, argumentando que han actuado con firmeza cuando ha sido necesario: “Cuando tuvimos que ir a la Justicia, lo hicimos; cuando tuvimos que negociar, lo hicimos, y cuando tuvimos que salir a la calle, también lo hicimos”.
Perspectivas sobre el liderazgo y el futuro
Otro de los oradores, Juan Carlos Schmid, titular de la Confederación de Trabajadores del Transporte, también marcó diferencias, señalando que los dos últimos triunviratos fracasaron porque nunca concluyeron completamente. “No es que la CGT no haya hecho nada, pero a veces fallamos en la velocidad”, apuntó Schmid, refiriéndose a la continuidad de las medidas de fuerza.
Por su parte, Julio Piumato, líder del gremio judicial, remarcó la postura inflexible de su sector al anunciar su paro número 44 por considerar insuficiente el aumento salarial del 1.9% otorgado por el Gobierno. Además, cuestionó a Vanesa Siley, quien, según él, fragmentó su sindicato al crear un sindicato paralelo llamado SITRAJU, y que fue propuesta nuevamente como candidata a diputada nacional por Cristina Kirchner.
La jornada dejó claro que, aunque no hubo confrontaciones abiertas, las diferencias entre las distintas facciones de la CGT son palpables y el camino hacia la renovación del liderazgo no estará exento de desafíos. La discusión sobre quién asumirá el cargo de cotitular, especialmente tras el anuncio de Héctor Daer de que no continuará en el puesto, añade otra capa de complejidad a la situación actual.
Con un panorama marcado por tensiones y una necesidad de unidad, el futuro de la CGT dependerá de cómo logren superar estas diferencias internas y presentarse como un frente sólido ante los desafíos que se avecinan.
