La jugadora mexicana Jacqueline Ovalle se encuentra en México con el equipo Orlando Pride para enfrentar al América en el partido correspondiente a la cuarta jornada de la Concacaf W Champions Cup. Este encuentro se llevará a cabo esta noche en el Estadio de la Ciudad de los Deportes.
En conferencia de prensa, Ovalle expresó su alegría por regresar a su país y por la oportunidad de jugar contra un equipo que conoce bien y que considera uno de los más destacados de la Liga MX Femenil. A pesar de que sus compañeras en el Orlando Pride no están tan familiarizadas con el fútbol mexicano, Ovalle mencionó que saben de la existencia de clubes importantes como el América, Tigres, Rayadas, Pachuca y Chivas.
“Estoy agradecida con la vida por esta oportunidad y siempre será un privilegio jugar contra uno de los clubes más grandes de México. Es importante enfrentar al América”, comentó Ovalle.
La delantera también fue interrogada acerca de la presión que siente al ser considerada el traspaso más alto en la historia del fútbol femenino, ya que Orlando pagó 1.5 millones de dólares por su fichaje desde Tigres. Ovalle explicó que, inicialmente, percibió esta situación como una carga, pero que con el tiempo ha encontrado motivación en ello. “Es más porque el club ha apostado por mí. Me he soltado un poco más y es un proceso de adaptación no solo en lo futbolístico, sino también en lo profesional e individual fuera de la cancha”, afirmó.
Además, Ovalle compartió que recientemente anotó su primer gol en la National Women”s Soccer League, lo que ha incrementado su felicidad y deseo de contribuir al equipo. “Estoy súper contenta y feliz de poder aportar al equipo. Lo demás se fue dando colectivamente y se dio la oportunidad de meter mi primer gol”, expresó.
La presión que acompaña a su traspaso récord también implica un mayor nivel de exigencia para la futbolista, un desafío que está dispuesta a enfrentar mientras continúa su desarrollo en el fútbol estadounidense.
Con su llegada a México, Ovalle se prepara para un emocionante encuentro que, sin duda, será un momento clave en su carrera y en la historia del fútbol femenino.