La distancia que recorren Bilbo Bolson y su compañía en ‘El Hobbit’ ha despertado asombro y debate entre aficionados y académicos. A pesar de que J.R.R. Tolkien nunca especificó cuántos kilómetros separan la Comarca de la Montaña Solitaria, los intentos por calcular esta travesía han proliferado a lo largo de las décadas. Lectores y expertos han analizado el texto y sus descripciones, además de recurrir a mapas y relatos posteriores para intentar dar con una cifra definitiva.
La falta de precisión de Tolkien
Es interesante mencionar que Tolkien no se enfocó en detalles geográficos de manera tan meticulosa como lo haría en su obra posterior, ‘El Señor de los Anillos’. Su interés principal radicaba en los personajes, las aventuras y los escenarios simbólicos. Por ello, nunca delimitó un número concreto de kilómetros recorridos, dejando la puerta abierta a las interpretaciones modernas.
Entre los esfuerzos recientes destaca el trabajo del divulgador José Sarries, quien ha popularizado un cálculo a través de plataformas digitales como TikTok. Según su estimación, el trayecto entre la Comarca y la Montaña Solitaria equivaldría a 13 días y 17 horas de marcha continua. Sin embargo, la realidad es que la aventura se extiende a lo largo de medio año debido a las múltiples adversidades que enfrenta la compañía.
Desafíos en el camino
Bilbo, acostumbrado a la comodidad, se enfrenta a peligros inesperados: ataques de trasgos, secuestros por elfos y duras batallas. En Rivendel, la compañía se toma un merecido descanso antes de continuar su viaje. La travesía no solo es física, sino también una lucha interna donde cada etapa representa un reto personal. En promedio, avanzaron alrededor de 10 kilómetros diarios, aunque esto varió considerablemente dependiendo de las circunstancias.
Un análisis segmentado del recorrido revela que en la primera parte del viaje, la comitiva cubrió cerca de 640 kilómetros en 40 días, logrando un ritmo notable de 16 kilómetros diarios. Sin embargo, este ritmo disminuyó debido a la creciente dificultad y el desgaste físico. Particularmente llamativo es el caso del ascenso final hacia la Montaña Solitaria, donde la compañía tardó la sorprendente cifra de 172 días en superar apenas 26 kilómetros.
En total, la distancia calculada para todo el viaje, de ida y vuelta, asciende a 1,582 kilómetros. Esta cifra coloca la travesía de los héroes de Tolkien en un contexto comparable con rutas reales en Europa, como caminar de la Comarca hasta Madrid o Ámsterdam.
Sin duda, sin los monstruos y los peligros mágicos, el viaje parecería menos épico, pero sigue siendo una hazaña monumental para quienes valoran el esfuerzo físico que implica recorrer esa cantidad de kilómetros. La obra de Tolkien, rica en detalles y matices, permite diversas interpretaciones, y la modernización de la distancia recorrida convierte la experiencia de Bilbo y los enanos en una aventura tangible y legendaria.
