En un partido inesperado, el Manchester United logró una victoria de 2 a 1 sobre el Chelsea, que era considerado el favorito, especialmente por la situación complicada que enfrentan los Red Devils bajo la dirección de Rúben Amorim.
El encuentro se tornó difícil para el Chelsea en los primeros cinco minutos tras la expulsión de Robert Sánchez por una falta sobre Bryan Mbeumo. Ante esta adversidad, el entrenador Enzo Maresca optó por realizar tres cambios significativos en un lapso de 18 minutos, sacrificando a Cole Palmer, Pedro Neto y Estevao. Palmer mostró su descontento por la decisión, aunque algunos informes sugieren que podría haberse visto afectado por una lesión.
Después de esta crisis inicial, el Manchester United aprovechó la oportunidad y Bruno Fernandes abrió el marcador. Casemiro amplió la ventaja al minuto 37, pero poco antes de finalizar la primera mitad, el Chelsea recibió un respiro cuando el árbitro mostró tarjeta roja a uno de sus jugadores.
A pesar de tener un jugador menos, el Chelsea luchó en busca del empate, aunque su ataque careció de claridad. Solo Trevoh Chalobah logró anotar un gol en el minuto 80 para reducir la diferencia, pero no fue suficiente para cambiar el rumbo del partido.
Con esta victoria, Rúben Amorim extiende su tiempo al frente del Manchester United, sumando tres puntos que parecían inalcanzables en un inicio complicado, aunque su desempeño en el banquillo todavía genera dudas entre los aficionados.
