Los peruanos se preparan para una jornada electoral histórica el 12 de abril de 2026, donde más de 10,000 candidatos competirán por diferentes cargos públicos, según el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Esta cifra sin precedentes refleja la intensa actividad política y el interés ciudadano por participar en el futuro del país.
Un panorama electoral diverso
El JNE ha confirmado la inscripción de 39 partidos políticos, quienes presentarán un total de 10,257 candidatos para los diversos cargos en disputa. Entre ellos, 117 aspirantes buscarán la presidencia de la República, acompañados por sus respectivos candidatos a las dos vicepresidencias. La oferta electoral es amplia y diversa, lo que representa un reto considerable para los votantes al momento de tomar una decisión informada.
El número de postulantes para el Senado alcanza los 3,354, quienes lucharán por uno de los 60 escaños disponibles, mientras que para la Cámara de Diputados se registran 6,162 candidaturas. Además, 624 ciudadanos se han registrado para las elecciones al Parlamento Andino, un organismo internacional que complementa la representación nacional.
Complejidad del proceso electoral
La logística detrás de este proceso electoral es monumental. El JNE ha instado a los ciudadanos a informarse sobre los partidos y candidatos a través de su portal oficial, enfatizando la importancia de una participación activa y consciente. Con una variedad tan extensa de propuestas, resulta crucial que los votantes conozcan a fondo a sus opciones antes de emitir su voto.
La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) también ha hecho anuncios relevantes, comenzando por el diseño de la nueva cédula de votación, que sorprenderá por su tamaño y complejidad: 44 cm por 42 cm. Este formato permitirá que los electores voten en cinco elecciones en una sola jornada, incluyendo la posibilidad de marcar hasta cuatro votos preferenciales.
El jefe de la ONPE, Piero Corvetto, advirtió que el escrutinio podría extenderse hasta ocho horas debido a la cantidad de opciones. Sin embargo, la contabilización de votos presidenciales será más rápida, tomando entre una hora y una hora y cuarenta y cinco minutos gracias a un proceso simplificado.
En Lima y Callao, se implementará un Sistema Tecnológico de Apoyo al Escrutinio para acelerar el procesamiento de resultados, mientras que se introducirá el voto digital para grupos prioritarios, como miembros de las Fuerzas Armadas y personas con discapacidad, lo que busca garantizar una mayor inclusión y eficiencia en el proceso electoral.
El 12 de abril de 2026 se perfila como una de las jornadas más concurridas y competitivas de la historia reciente de Perú, en un contexto donde la diversidad política y la necesidad de representación son más relevantes que nunca.