En un partido emocionante, Nick Bosa, ala defensiva de los San Francisco 49ers, sufrió una lesión en su rodilla derecha durante el encuentro contra los Arizona Cardinals. La situación se volvió crítica cuando Bosa abandonó el campo en la primera mitad, y el equipo espera conocer la gravedad de su condición.
El incidente ocurrió en el primer cuarto, cuando Bosa se vio involucrado en una jugada de presión en tercera oportunidad, lo que afectó su pierna derecha. Tras ser atendido en la carpa médica, hizo un gesto de desaprobación al público al mostrar un pulgar hacia abajo antes de retirarse al vestuario. Aunque intentó probar su rodilla en la lateral, no pudo continuar en el juego.
El entrenador Kyle Shanahan afirmó que las pruebas iniciales no indicaron un desgarro del ligamento cruzado anterior, pero aclaró que se requerirán más exámenes, incluyendo una resonancia magnética, para determinar el diagnóstico exacto. “Hay preocupación por cómo se siente… estamos cruzando los dedos para la resonancia”, comentó el entrenador tras el partido.
La lesión de Bosa se suma a otros problemas en el equipo. El novato Mykel Williams también salió del partido por un golpe en la muñeca, aunque logró regresar y contribuir a la victoria de los 49ers con un marcador final de 16-15. El tackle izquierdo Trent Williams expresó su preocupación, señalando que perder a un jugador como Bosa es un golpe duro para el equipo, que necesita que otros jugadores asuman responsabilidades.
Bosa, quien fue nombrado Jugador Defensivo del Año de la NFL en 2022, tiene un historial destacado con 64.5 capturas en su carrera y ha sido seleccionado al Pro Bowl en cinco de sus seis temporadas, siendo la única excepción 2020, cuando sufrió una lesión de rodilla que terminó con su temporada en la semana dos. Esta situación actual ha elevado las preocupaciones en San Francisco sobre el estado de salud del jugador.
A pesar de la lesión de Bosa, los 49ers lograron llevarse la victoria, manteniendo así sus esperanzas de un buen desempeño en la temporada.