El clima en el Senado de la República se ha tornado tenso tras las recientes declaraciones de Alejandro Moreno Cárdenas, quien ha arremetido contra el comportamiento del senador Gerardo Fernández Noronha. Moreno rechazó las acusaciones de que los legisladores de oposición actúan como “porros” al defender su derecho a la palabra durante una sesión ordinaria de la Comisión Permanente.
Moreno lamentó que se convocara a sesión a pesar de que los trabajos de la Permanente habían sido clausurados, lo que atribuyó a “un capricho de un fanático que, de golpe, se encontró con una miserable cuota de poder”. Describió a Noronha como un “trastornado personaje” que ha violado la ley y degradado la conducción del Senado.
Confrontaciones y críticas en el Senado
La investidura de Noronha ha sido cuestionada por su comportamiento, que muchos consideran pone al Senado en una posición vergonzosa. “No debe ser un mentecato buscapleitos, desequilibrado, que ha puesto al Senado en la mayor vergüenza en la historia de nuestro país”, enfatizó Moreno. Las agresiones de Noronha, incluyendo groserías hacia la senadora Lilly Téllez, han llevado a una confrontación directa con los legisladores de oposición, quienes no dudaron en responder a sus provocaciones.
Noronha, al ser confrontado, se escondió detrás de la senadora Dolores Padierna, lo que provocó más críticas tanto de la oposición como de algunos senadores de su propio partido, Morena. El panorama en el Senado se complica aún más con la llegada del nuevo periodo ordinario, que comienza el 1 de septiembre de 2023, donde la nueva directiva incluye a Laura Itzel Castillo como presidenta y a Verónica Camino como vicepresidenta.
Desafíos para el sistema electoral
En un contexto más amplio, la credibilidad de las autoridades electorales también ha sido puesta en tela de juicio. Tanto el Instituto Nacional Electoral (INE) como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) han sido acusados de operar a favor del gobierno de la 4T, perdiendo su prestigio como instituciones independientes. La reducción del pleno del TEPJF de siete a cinco magistrados ha facilitado el control del gobierno sobre el tribunal, lo que plantea serias preocupaciones sobre el futuro de la democracia en México.
Las recientes resoluciones polémicas del TEPJF, que han resultado más de la mayoría de sus magistrados que de la solidez de sus argumentos jurídicos, son un claro ejemplo de cómo la política ha comenzado a influir en el sistema electoral. Los magistrados Reyes Rodríguez Mondragón y Janine Otálora habían propuesto la anulación de elecciones por irregularidades, pero estas voces de advertencia parecen ser ignoradas ante la presión política.
En medio de este panorama, se anunció la visita del secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, quien vendrá a firmar un acuerdo de seguridad nacional con el canciller Juan Ramón de la Fuente. La relación entre México y Estados Unidos podría verse afectada por el acercamiento de Morena al régimen de Maduro, lo que añade una capa más de complejidad a la situación política y social del país.
