En una reciente entrevista, Ronaldo compartió anécdotas sobre su vida en el Real Madrid, donde sus fines de semana estaban llenos de fiestas locas y viajes sin descanso. El exfutbolista, considerado uno de los mejores de todos los tiempos, reveló cómo disfrutaba de París tras los partidos.
Durante su etapa en el club madrileño, Ronaldo aprovechaba cualquier oportunidad para viajar a la capital francesa. “Después de jugar el sábado, tomaba un avión privado y llegaba a París por la noche. Pasaba el domingo disfrutando de la ciudad y, a primera hora del lunes, regresaba a Madrid para entrenar”, explicó el legendario delantero.
La rutina era clara: después de una noche de fiesta, se despertaba a las siete de la mañana para tomar el primer vuelo de regreso. “Esto lo hice muchas veces”, confesó. Su dedicación a la fiesta contrastaba con la exigencia de su carrera profesional, un equilibrio que muchos consideraban arriesgado para un atleta de alto rendimiento.
Ronaldo también mencionó que siempre había tenido un enfoque en hacer felices a los demás durante sus celebraciones. “En la ciudad en la que juegas, o haces una fiesta en casa o firmas tu muerte. Entonces, me diversifiqué y viajé. Siempre he sido de organizar fiestas, estructurar cosas de alto nivel”, comentó.
Su traspaso al Real Madrid en 2002 por una cifra que se considera elevada, proveniente del Inter de Milán, marcó el inicio de una etapa donde su talento en el campo se complementó con su vida social vibrante. Las historias de sus escapadas a París contribuyen a la leyenda de un jugador que supo combinar su carrera con un estilo de vida desenfrenado.
Las revelaciones de Ronaldo no solo destacan su habilidad futbolística, sino también un lado de su personalidad que muchos desconocían. Con cada fiesta, el brasileño tejía una conexión única entre su vida como deportista y su amor por la diversión y la celebración.