Rusia intensificó su ofensiva contra Ucrania lanzando más de 500 drones y dos docenas de misiles en ataques aéreos que sacudieron la noche del martes, según informaron las autoridades ucranianas el miércoles. Estos ataques se enfocaron en infraestructuras civiles, con un énfasis particular en las instalaciones energéticas, justo cuando el país se prepara para otro invierno, tres años después de la invasión total de Rusia.
Objetivos de los ataques y consecuencias
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, declaró que los ataques se dirigieron principalmente hacia el oeste y el centro de Ucrania, dejando al menos cinco heridos, según la Fuerza Aérea ucraniana. La realidad es que los bombardeos rusos, que han impactado zonas civiles, continúan a pesar de los intentos del presidente estadounidense Donald Trump de frenar los combates.
En su discurso, Zelensky describió los ataques como una demostración de la “impunidad” de Vladimir Putin, sugiriendo que la falta de presión económica suficiente permite que Rusia continúe con su agresión. “Solo debido a la falta de presión suficiente, principalmente sobre la economía de guerra, Rusia sigue adelante”, expresó en su canal de Telegram.
Movimientos diplomáticos y apoyo internacional
El contexto geopolítico se complica aún más con las recientes maniobras diplomáticas de Putin, quien se reunió en China con el líder chino Xi Jinping, el líder norcoreano Kim Jong-un, y el primer ministro indio Narendra Modi. Según datos de Washington, estos países están apoyando el esfuerzo bélico ruso, con Pyongyang enviando tropas y municiones, mientras que China e India adquieren petróleo ruso, lo que fortalece indirectamente la economía de guerra rusa.
Por su parte, Zelensky llegó a Dinamarca para discutir nuevas ayudas militares y apoyo diplomático. El secretario de Defensa británico, John Healey, también llegó a Kiev para tratar cómo reforzar el ejército ucraniano. El presidente ucraniano tiene programada una visita a París para mantener conversaciones con el presidente francés, Emmanuel Macron, en la que se evaluarán las garantías de seguridad posguerra que podrían ofrecer los países europeos junto a Estados Unidos.
La situación en Ucrania es crítica y la comunidad internacional se enfrenta a la urgencia de encontrar soluciones efectivas para detener la escalada del conflicto, que amenaza con prolongarse aún más con el invierno a la vista.