El Club América, uno de los equipos más emblemáticos de México, ha puesto en marcha un ambicioso plan que podría transformar su relación con la afición en el país. Santiago Baños, director deportivo del club, ha declarado que la intención de la directiva es llevar el equipo a jugar partidos oficiales en Estados Unidos, una estrategia que podría marcar un precedente histórico en el fútbol mexicano.
La expansión de la marca azulcrema
Desde hace años, el América ha estado disputando amistosos en territorio estadounidense con gran éxito, llenando estadios y generando ingresos significativos. Sin embargo, este nuevo enfoque va más allá de simples encuentros amistosos. En una reciente rueda de prensa, Baños no ocultó su deseo de que el equipo explore la posibilidad de jugar partidos oficiales en EE.UU., mencionando incluso la realización de un Clásico Nacional en el extranjero. Esto significaría trasladar uno de los encuentros más importantes del fútbol mexicano a otro país, algo que ha generado opiniones divididas entre la afición.
La directiva ve esta estrategia como una oportunidad para capitalizar la enorme base de aficionados americanistas en Estados Unidos, así como para fortalecer la conexión con la Major League Soccer (MLS) tras torneos como la Leagues Cup. Esta conexión no solo ampliaría la visibilidad del club, sino que también podría potenciar sus ingresos en un mercado en crecimiento.
Próximo amistoso y reacciones
Más allá de las intenciones, el América ya tiene confirmada su participación en un amistoso contra el DC United en Washington, programado para coincidir con la próxima fecha FIFA. Este partido representa un paso concreto hacia la expansión del club en el mercado estadounidense, donde la presencia del América ha sido predominante en la costa oeste, pero ahora buscan consolidar su influencia en la costa este.
Sin embargo, este plan no está exento de controversia. Mientras la directiva argumenta que se trata de una estrategia económica y de marca, muchos aficionados en México sienten que estas decisiones los alejan de su equipo. La realidad es que el América continúa su camino hacia la expansión internacional, sin temor a las críticas, convencido de que fortalecer su presencia fuera de la cancha es clave para su futuro.
En conclusión, la propuesta de jugar partidos oficiales en Estados Unidos no solo es un movimiento estratégico, sino que también refleja la ambición del Club América por ser un referente global en el fútbol, un desafío que sin duda generará más debate entre sus fieles seguidores en México.
