La UEFA aún no ha tomado una decisión sobre la solicitud de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que el partido de la jornada 17 de LaLiga, entre Villarreal y Barcelona, se lleve a cabo en Miami. En una reunión celebrada en Tirana, el Comité Ejecutivo del organismo europeo anunció que se realizará una ronda de consultas con todos los involucrados, incluidos los aficionados, antes de pronunciarse sobre el asunto.
El organismo hizo hincapié en la importancia de evaluar todas las perspectivas y opiniones sobre el traslado del partido, algo que considera “una cuestión importante y cada vez más relevante”. En su comunicado, la UEFA explicó que para aprobar la disputa de un encuentro de liga nacional fuera del país de origen, deben resolverse múltiples cuestiones que involucran el equilibrio competitivo y el bienestar de los aficionados y futbolistas.
Reacciones en el fútbol español
La propuesta de trasladar el encuentro a Miami no ha sido bien recibida por algunos sectores del fútbol español. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y el Real Madrid han expresado su oposición, argumentando que esta iniciativa se ha impulsado sin la debida consulta a los clubes de LaLiga. El club blanco ha pedido a la UEFA y a la FIFA que no lo autoricen, advirtiendo que podría vulnerar el principio de reciprocidad territorial que rige en las competiciones de liga.
El Real Madrid argumenta que el traslado alteraría el equilibrio competitivo y otorgaría una ventaja deportiva indebida a los clubes solicitantes. Por su parte, la AFE, respaldada por los capitanes de Primera División, considera que esta medida es una falta de respeto hacia los futbolistas, dada la falta de diálogo y transparencia.
El contexto internacional y la voz de los aficionados
En el contexto internacional, la UEFA también está evaluando una solicitud del AC Milan, que busca jugar un partido contra el Como en Perth, Australia, en febrero. Esta doble solicitud ha llevado a la UEFA a discutir el impacto que podría tener el traslado de partidos en la competición y la seguridad de los aficionados.
Las agrupaciones de aficionados europeos, como Football Supporters Europe y la española FASFE, se oponen a la idea de jugar partidos de liga en otros países, enfatizando que “no se puede exportar la pasión”. La FIFA, por su parte, introdujo cambios en el reglamento de partidos internacionales, considerando los posibles efectos en la competitividad y la integridad de los encuentros.
La realidad es que la UEFA se enfrenta a un dilema: equilibrar la promoción del fútbol y la experiencia de los aficionados sin comprometer la esencia de las competiciones locales. Con las consultas en marcha, será interesante observar cómo se desarrolla este tema y qué decisiones se tomarán en el futuro.
