La industria automotriz en México se prepara para enfrentar un panorama complicado en los próximos tres años, según lo indicó Fernando Ibarra Jiménez, presidente de la Alianza 4.0 en San Luis Potosí. Este periodo se caracterizará por la necesidad de consolidar la cadena de suministro y por la reconfiguración global del sector automotriz.
La imposición de aranceles por parte del gobierno federal a países con los que México no tiene tratados comerciales es una de las decisiones que marcan este nuevo rumbo. Ibarra Jiménez destacó que esta política refleja un esfuerzo conjunto de los tres países que conforman el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) para fomentar la producción local de componentes, una estrategia que ya ha sido implementada por Estados Unidos.
Este cambio traerá consigo diversas implicaciones, siendo una de las más notables el impulso del fenómeno conocido como “nearshoring 2.0”. Esto implica la reubicación de empresas asiáticas en los territorios de los tres países mencionados, dado que actualmente, gran parte de las inversiones en América del Norte provienen de China. Sin embargo, el presidente de la Alianza 4.0 advirtió que la consolidación de la cadena de suministro tomará tiempo, ya que se estima que las empresas asiáticas que decidan trasladarse a Norteamérica comenzarán a operar entre dos y tres años.
Las empresas que se establezcan en la región tendrán que cumplir con los requisitos de contenido local para poder exportar sin aranceles. Ibarra Jiménez mencionó que compañías como Audi y BMW han tenido que adoptar estrategias agresivas para localizar y desarrollar su cadena de suministro en México, lo cual ha generado costos que no han podido ser compensados a través de las ventas. Esto es particularmente relevante en el contexto actual, donde la electromovilidad no ha mostrado el crecimiento esperado.
Además, la imposición de aranceles ha elevado los costos de los vehículos, lo que ha llevado a los consumidores a reconsiderar sus decisiones de compra. Según Ibarra Jiménez, los compradores ahora piensan dos veces antes de adquirir un vehículo nuevo, prefiriendo esperar por opciones de seminuevos.
El presidente de la Alianza 4.0 también destacó que, aunque se espera la llegada de empresas que generen empleo, habrá otras que no podrán competir adecuadamente y se verán obligadas a reducir su plantilla laboral. En este contexto, la reconfiguración de la industria automotriz continuará, con algunas plantas ensambladoras trasladando su capacidad, como ocurrió con Nissan, que mudó su producción de Cuernavaca a Aguascalientes.