Un ataque aéreo del ejército de Myanmar contra dos escuelas privadas en el estado de Rakhine ha dejado un saldo trágico de al menos 19 personas muertas y más de 20 heridas, la mayoría de ellas estudiantes adolescentes. Este ataque, que ha conmocionado a la comunidad internacional, resalta la grave crisis humanitaria que enfrenta el país.
Detalles del ataque en la aldea Thayet Thapin
El bombardeo ocurrió la noche del jueves en la aldea de Thayet Thapin, en el municipio de Kyauktaw, un área bajo control del Ejército Arakan. Según información de The Associated Press, un avión militar lanzó dos bombas sobre las escuelas secundarias privadas Pyinnyar Pan Khinn y A Myin Thit. Las cifras de víctimas varían ligeramente, con el Ejército Arakan reportando 18 muertos y “más de 20” heridos, mientras que algunos medios locales elevan el número de estudiantes fallecidos a 22.
La dificultad para verificar la información se debe a los cortes de internet y el servicio celular en la región. Un portavoz del Ejército Arakan, Khaing Thukha, confirmó la tragedia y subrayó que la mayoría de las víctimas eran jóvenes de entre 17 y 18 años.
La crisis humanitaria en Myanmar
Myanmar se encuentra sumido en una profunda inestabilidad y violencia desde el golpe de estado del 1 de febrero de 2021, cuando los militares derrocaron al gobierno electo de Aung San Suu Kyi. Desde entonces, más de 7,200 personas han perdido la vida a manos de las fuerzas de seguridad, según organizaciones no gubernamentales. La junta militar ha intensificado su estrategia de ataques aéreos, lo que ha exacerbado la situación para la población civil.
El Ejército Arakan, bien armado y entrenado, busca mayor autonomía del gobierno central y ha tomado el control de 14 de los 17 municipios de Rakhine, convirtiendo la región en un epicentro del conflicto. La comunidad civil se encuentra atrapada entre los enfrentamientos, sufriendo las consecuencias de un conflicto que no parece tener fin.
Wai Hun Aung, director de labores de ayuda humanitaria en Rakhine, proporcionó detalles escalofriantes sobre el ataque. Indicó que los fallecidos formaban parte de un grupo de entre 30 y 40 estudiantes internos en las escuelas, y al menos seis viviendas cercanas resultaron dañadas por el bombardeo. Las imágenes y videos compartidos en línea muestran la devastación, con escombros y edificios severamente dañados.
El estado de Rakhine tiene un historial trágico de violencia, siendo el escenario de una brutal campaña contrainsurgente en 2017, que forzó a unos 740 mil rohingyas, una minoría musulmana, a huir hacia Bangladesh. Este nuevo ataque contra escuelas subraya la continua y grave crisis de derechos humanos en la región.
La comunidad internacional observa con preocupación cómo la violencia se intensifica y el número de víctimas civiles, incluidos niños y jóvenes, no deja de aumentar. La situación en Myanmar requiere atención urgente y acciones concretas para mitigar el sufrimiento de su población.
