Un operativo coordinado entre la Policía del Estado y elementos municipales de Zapopan resultó en la detención de Eduardo “N”, presunto integrante de una banda de secuestro exprés que operaba en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Este individuo fue trasladado al complejo carcelario de Puente Grande para enfrentar cargos relacionados con su probable participación en estos delitos, que han sembrado el miedo en la comunidad.
Modus operandi de la banda
Las investigaciones de la Unidad de Investigación de Secuestros y Extorsión indican que el modus operandi de la banda era insidioso. Eduardo “N” ofrecía servicios de transporte, haciéndose pasar por chofer de plataformas, pero sin utilizar aplicaciones oficiales. Una vez que las víctimas abordaban el vehículo, tres cómplices se unían en el trayecto, golpeando a las personas y forzándolas a realizar transferencias digitales desde sus dispositivos móviles.
Las autoridades han identificado, hasta ahora, dos denuncias adicionales que siguen el mismo patrón delictivo, lo que sugiere que podrían existir más víctimas que no han reportado su situación. La Fiscalía de Jalisco ha reafirmado su compromiso de investigar estos delitos con rigor, asegurando que se aplicará toda la fuerza de la ley contra quienes atenten contra la seguridad y patrimonio de las familias en Jalisco.
Impacto en la comunidad jaliscienses
El caso de Eduardo “N” resalta una problemática creciente en la región, donde la inseguridad se ha vuelto una preocupación constante. La detención, que ocurrió el pasado 30 de agosto, es un paso importante hacia la recuperación de la confianza de la ciudadanía, que ha exigido respuestas efectivas por parte de las autoridades.
Las autoridades instan a la población a presentar denuncias y a no permitir que el miedo les impida buscar justicia. La realidad es que la colaboración ciudadana es esencial para desmantelar este tipo de redes criminales que amenazan la tranquilidad de todos.