El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) ha expresado su deseo de extender la vigencia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por 16 años más, comenzando el 1 de julio de 2026. En esta solicitud, también se incluye el acceso libre de aranceles a los productos cubiertos por el tratado.
En una carta dirigida a Jamieson Greer, representante comercial de Estados Unidos, el presidente del CCE, Francisco Cervantes, destacó que el T-MEC es fundamental para que Norteamérica mantenga su competitividad global.
Cervantes subrayó que la renovación inmediata del T-MEC enviará un mensaje claro al mundo sobre la unidad de Norteamérica y su disposición para competir en el mercado internacional. Para fortalecer la competitividad de la región, solicitó al gobierno estadounidense varios puntos clave, entre ellos, garantizar acceso libre de aranceles a todos los productos que cumplan con las reglas de origen del T-MEC.
Además, el líder empresarial propuso utilizar los comités del T-MEC para promover una convergencia regulatoria y reforzar los mecanismos de resolución de controversias, asegurando así el cumplimiento de las obligaciones de cada uno de los países participantes.
Cervantes argumentó que México es un aliado estratégico para el éxito de la nueva agenda industrial estadounidense, enfatizando que la relación comercial entre ambos países mejora la competitividad económica de Estados Unidos y contribuye a su seguridad nacional.
El presidente del CCE recordó que México es el principal mercado para las exportaciones estadounidenses, superando a naciones como China, el Reino Unido, Japón y Alemania en este aspecto. Además, destacó la complementariedad del comercio agrícola entre México y Estados Unidos, donde México representa una parte significativa de las exportaciones agrícolas estadounidenses.
El mercado mexicano se ha mostrado dinámico para los productos agrícolas de Estados Unidos, con un crecimiento notable desde el año 2000. Cervantes también hizo mención de que la política arancelaria de Estados Unidos hacia China ha mostrado resultados positivos, con una considerable reducción del déficit comercial estadounidense con ese país.
Finalmente, insistió en que para mejorar la competitividad de América del Norte, es crucial que la revisión del T-MEC promueva reglas de origen que favorezcan la integración regional y aprovechen la complementariedad entre los tres países miembros.































































