La reciente muerte del activista conservador Charlie Kirk durante un evento en la Universidad Utah Valley ha reavivado la polarización política en Estados Unidos. En una entrevista telefónica exclusiva con NBC News, el expresidente Donald Trump expresó su deseo de que la nación sane, pero atribuyó la situación actual a lo que él considera un “grupo de lunáticos de la izquierda radical” que, según él, obstaculizan la reconciliación.
Las declaraciones de Trump y la crítica a la izquierda
Trump afirmó: “Me gustaría ver que [la nación] sane, pero estamos lidiando con un grupo radical de locos, y no juegan limpio, nunca lo han hecho”. En el mismo tono, el exmandatario condenó la retórica de la izquierda, señalando que “durante años, aquellos de la izquierda radical han comparado a estadounidenses maravillosos como Charlie con nazis y los peores asesinos en serie”. Esta retórica, dijo, es responsable del terrorismo que se vive en el país y debe cesar de inmediato.
Apenas horas después del asesinato de Kirk, Trump se dirigió a la nación desde la Oficina Oval, asegurando que su administración se encargará de encontrar a todos los responsables de este y otros actos de violencia política, junto con las organizaciones que los financian. Para ese momento, el sospechoso del tiroteo aún no había sido identificado.
Días después, Tyler Robinson, de 22 años y originario de Utah, fue arrestado como el presunto responsable del asesinato de Kirk. Robinson no tenía afiliación política declarada y su última inscripción como votante data del 13 de julio de 2021. Durante una cena antes del evento, familiares de Robinson recuerdan que había criticado a Kirk, y se encontraron casquillos con referencias a fascismo y memes de internet, lo que complica aún más la investigación.
Paralelismos y omisiones en el discurso de Trump
En su discurso, Trump trazó un paralelismo entre el asesinato de Kirk y otros ataques a figuras políticas alineadas con su ideología, incluyendo su propio intento de asesinato en un mitin de campaña en 2024 y el tiroteo de 2017 contra Steve Scalise, líder mayoritario de la Cámara de Representantes. Sin embargo, omitió ejemplos de violencia política contra demócratas, como el ataque de junio en Minnesota que resultó en la muerte de un legislador estatal.
Es curioso que en 2017, tras el ataque a Scalise, Trump manejó la situación con mayor moderación política, evitando mencionar la afiliación política del agresor, quien era un seguidor de Bernie Sanders.
La polarización política en Estados Unidos se intensifica, y las declaraciones de Trump reflejan un clima de tensión que, sin duda, tendrá repercusiones en el futuro político del país. La realidad es que la violencia política no discrimina, y la búsqueda de respuestas sigue siendo una necesidad urgente para la nación.
