La jornada laboral en México se extiende más allá de las horas en la oficina, ya que uno de cada cinco empleados dedica hasta dos horas diarias solo en traslados hacia su trabajo, sin recibir compensación por ese tiempo perdido. Según un informe de la plataforma inmobiliaria WeWork, los traslados largos afectan la productividad y el bienestar de millones de mexicanos, un hecho que se vuelve más evidente en el contexto del Día Mundial sin Automóvil, que se conmemora el 22 de septiembre.
Impacto del tráfico en la vida laboral
El informe titulado Retos y perspectivas del trabajo 2024 revela que el 42% de los empleados recorre entre 10 y 50 kilómetros para llegar a su oficina, mientras que un 31% enfrenta trayectos de entre tres y 10 kilómetros. Resulta curioso que casi la mitad de estos trabajadores (49%) depende de su automóvil particular, mientras que el 34% utiliza transporte público, incluyendo un 17% que recurre a aplicaciones de movilidad para completar su trayecto. “Cada kilómetro recorrido se traduce en tiempo que se podría invertir en trabajo, familia o descanso”, advierte el estudio, resaltando el desgaste físico y mental que se acumula día tras día.
Los datos son alarmantes: 79% de los trabajadores depende del automóvil para trasladarse, un 22% tarda más de una hora y el 19% restante pasa dos horas o más en sus trayectos de ida y vuelta. Este panorama no solo incide en la productividad, sino que también afecta la calidad de vida de los empleados.
Hacia un modelo laboral más flexible
Ante esta problemática, WeWork propone acercar los espacios de trabajo al hogar como una solución estratégica. Los modelos laborales híbridos, que combinan días de trabajo en oficina y en casa, permiten mantener la colaboración y la interacción presencial, elementos clave para fortalecer relaciones laborales y optimizar el tiempo. De hecho, el informe indica que un 54% de los trabajadores prefiere esta modalidad, que equilibra flexibilidad y productividad.
Álvaro Villar, director de ventas para Latinoamérica en WeWork, enfatiza que “acercar los lugares de trabajo a donde viven las personas no solo ahorra tiempo y reduce costos, sino que transforma la experiencia laboral: permite que los colaboradores sean más productivos y que las ciudades sean más sostenibles”. Así, se vislumbra un futuro donde el tiempo perdido en el tráfico pueda ser redirigido hacia actividades más enriquecedoras tanto en lo personal como en lo profesional.