La Empacadora Alanís ha tomado la decisión de cerrar todas sus sucursales de venta al menudeo en Saltillo y Ramos Arizpe, marcando el fin de más de un siglo de presencia en la comunidad. Este cierre se produce en respuesta a la creciente competencia de Carnes Ramos y Carnes Finas San Juan, que han abierto recientemente en Saltillo.
La empresa, que ha optado por priorizar sus ventas al mayoreo, destacó que sus productos están presentes en cerca de mil 800 supermercados en todo México. La decisión refleja un cambio estratégico en su modelo de negocio, que busca adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado.
La historia de la Empacadora Alanís comenzó en junio de 1920, cuando los hermanos Alanís fundaron una pequeña empresa dedicada a la elaboración y empaque de productos cárnicos. Todo empezó tras un incidente en el que un tren descarriló, dejando a la vista una carga de cerdos que los hermanos compraron para iniciar su negocio.
A lo largo de los años, la empresa creció y se consolidó, cambiando su nombre a Empacadora Alanís S.A de C.V, y ha sido dirigida por cuatro generaciones de la familia Alanís. Actualmente, con un equipo de más de 150 personas, la compañía continúa enfocándose en la producción a gran escala de sus productos.
El cierre de sus sucursales de venta al menudeo representa un cambio significativo en la historia de la empresa, que ha estado en el corazón de la comunidad durante más de un siglo. Mientras tanto, la llegada de nuevas competencias como Carnes Ramos, que abrió en noviembre de 2024, y Carnes Finas San Juan, en marzo del mismo año, ha cambiado el panorama del mercado cárnico en la región.
La decisión de Alanís de enfocarse en el comercio mayorista podría ser un intento de adaptarse a una competencia creciente y a las nuevas demandas del consumidor.
