La Agencia Tributaria ha intensificado su vigilancia sobre las transferencias bancarias, especialmente aquellas que podrían considerarse donaciones encubiertas. Recientemente, se ha reportado el caso de un contribuyente, Claudio, quien recibió una inesperada notificación tras realizar una serie de transferencias mensuales a un familiar.
Aunque enviar dinero a familiares parezca una práctica normal y aceptable, es crucial entender que estos movimientos pueden ser objeto de atención por parte de Hacienda. La agencia ha establecido que las donaciones, aunque no están prohibidas, tienen un régimen fiscal específico que debe cumplirse.
El problema radica en que muchos contribuyentes, para evitar el pago de impuestos sobre donaciones, optan por realizar transferencias menores de forma recurrente. Este patrón ha llevado a Hacienda a enfocarse en este tipo de transacciones, ya que pueden ser indicativas de intentos de evasión fiscal.
Las autoridades fiscales se fijan en dos aspectos principales antes de llevar a cabo una inspección: la frecuencia de las transferencias y la relación de parentesco entre el remitente y el receptor. Por ejemplo, enviar 500 euros a un padre no genera sospechas, pero hacerlo mensualmente sí podría despertar el interés de Hacienda.
Para evitar problemas, es recomendable seguir ciertos pasos. Primero, redactar un contrato de préstamo que incluya los datos de ambas partes, el monto y una cláusula de interés del 0%. En segundo lugar, es necesario registrar la operación en Hacienda mediante el Modelo 600, el cual es exento de pago en la comunidad autónoma correspondiente. Tercero, es esencial definir el concepto de la transferencia, utilizando términos como “préstamo” o “devolución de cuota de préstamo”, evitando palabras como “ayuda” o “regalo”. Finalmente, es crucial mantener un archivo con los justificantes de las transferencias y el contrato firmado.
La mayoría de las veces, estas transferencias recurrentes son ayudas económicas a familiares en apuros o préstamos informales. Por lo tanto, siempre debe quedar claro el concepto en la transferencia y, si se trata de un préstamo, las condiciones deben estar por escrito y firmadas por ambas partes.
Además, la persona que envía el dinero debe poder demostrar el origen de los fondos, ya sea con su nómina o mediante justificantes de inversiones. En caso de dudas, se aconseja consultar a la entidad bancaria para recibir orientación adecuada, de modo que, ante cualquier requerimiento de Hacienda, se pueda presentar la documentación necesaria sin riesgo de sanciones.
La Agencia Tributaria está atenta a estas transferencias familiares para evitar la evasión fiscal, centrándose en la periodicidad y la relación de parentesco entre las partes involucradas. Si una transferencia se considera una donación, el remitente tiene la obligación de declararla.































































