La actividad industrial en México enfrenta un duro golpe, registrando en julio una caída del 1.2% respecto al mes anterior, lo que representa su mayor descenso en lo que va del año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este retroceso marca dos meses consecutivos a la baja, reflejando una clara desaceleración en el sector industrial del país.
Manufactura y construcción en crisis
El sector manufacturero, crucial para la economía mexicana, reportó una disminución del 1.6% en el séptimo mes del año. Dentro de este segmento, 13 de sus 21 componentes sufrieron retrocesos significativos. Entre los más afectados, destaca la fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón, con una caída del 4.7%; seguida por la fabricación de equipo de transporte, que retrocedió 4.1%, y la producción de accesorios y aparatos eléctricos, que cayó 3.6%.
A pesar de este panorama sombrío, algunas actividades manufactureras lograron avanzar. La industria de la madera creció un 3.1%, mientras que el curtido y acabado de cuero y piel aumentó 1.4%, y las industrias metálicas básicas también reportaron un crecimiento del 1.0%.
Por su parte, la industria de la construcción no se quedó atrás y registró una contracción mensual del 1.2%. Las cifras indican que la edificación retrocedió 0.8%, los trabajos especializados 1.4% y las obras de ingeniería 2.8%. Además, el segmento de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, así como el suministro de agua y gas, experimentó una disminución del 0.1%.
La minería, un rayo de esperanza
En contraste, la única división industrial que reportó crecimiento fue la minería, que alcanzó un alza del 1.9% en julio, tras dos meses en terreno negativo. Este aumento se vio impulsado por la extracción de petróleo y gas, que creció un 1.2%, así como por los minerales metálicos y no metálicos que aumentaron 2.0%. Además, los servicios relacionados con el sector repuntaron un impresionante 15.0%.
En términos de producción industrial a tasa anual y con cifras desestacionalizadas, la actividad reportó una caída del 2.8% en julio. Desglosando por sectores, la minería sufrió una contracción del 5.9%; la generación y transmisión de energía eléctrica, agua y gas natural cayó 3.7%; la construcción disminuyó 4.1% y la manufactura tuvo un retroceso del 1.8%.
En resumen, la situación actual de la actividad industrial en México presenta un panorama preocupante, donde solo la minería parece ofrecer un respiro en medio de un contexto económico complicado. La atención se centra ahora en cómo el gobierno y las empresas responderán a estos desafíos para reactivar el sector industrial.