El marketing contemporáneo enfrenta desafíos que requieren un enfoque renovado. Según un estudio de EY México sobre los retos empresariales de 2025, la resiliencia es más que una tendencia; se ha convertido en una necesidad crítica que abarca aspectos operativos, emocionales y estratégicos.
La resiliencia, entendida como la capacidad de adaptación con propósito, es esencial en un contexto complejo marcado por la inflación, ciclos electorales y un consumidor cada vez más exigente. Para las marcas, esto significa diversificar canales, ajustar presupuestos, escuchar al mercado en tiempo real y construir valores sólidos que resistan la adversidad.
Por otro lado, la innovación no debe limitarse a la inversión en tecnología. Implica cuestionar lo establecido y experimentar sin miedo al fracaso. Marcas como OXXO, Viva Aerobus y Little Caesars demuestran que el verdadero éxito radica en la capacidad de adaptarse a las realidades culturales y emocionales del consumidor mexicano.
Además, el talento humano se ha convertido en un activo invaluable. Las marcas que promueven un propósito claro y tratan a su personal como una parte integral de su identidad son percibidas positivamente por el mercado. Esto se traduce en la importancia del employer branding y en mantener una coherencia entre lo que comunican externamente y la cultura interna.
La conclusión es clara: las marcas que deseen prosperar en tiempos de incertidumbre deben integrar resiliencia, innovación y talento en su estrategia. La combinación de estas tres fuerzas crea un triángulo virtuoso que puede sostener cualquier estrategia, incluso en momentos difíciles.
Si lideras una marca, es crucial preguntarse qué tan resiliente, innovadora y humana es tu estrategia en la actualidad.