En la actualidad, Bubbles, el famoso chimpancé que fue compañero de Michael Jackson, vive apartado de la fama en el Centro de Grandes Simios de Florida. A sus 42 años, su vida ha dado un giro significativo desde los días de lujo en el rancho Neverland, donde era una figura mediática, hasta su actual existencia en un santuario donde ha permanecido casi dos décadas.
Los orígenes de Bubbles
Bubbles nació en un laboratorio a finales de los años 70 y fue adoptado por Michael Jackson a principios de los 80, justo en el apogeo de la carrera del cantante. Según The Independent, su llegada coincidió con el ascenso meteórico de Jackson, lo que rápidamente lo convirtió en un personaje reconocido en la cultura pop.
Durante su tiempo en el rancho Neverland, Bubbles disfrutó de una vida llena de lujos. Dormía en su propia cuna, usaba ropa similar a la de Jackson y lo acompañaba en giras internacionales y eventos públicos, como los MTV Movie Awards de 1994. La presencia del chimpancé reforzaba la imagen excéntrica del artista, alimentando la fascinación del público y los medios, según Vanity Fair.
Un cambio de vida radical
Con el paso de los años, Bubbles alcanzó la madurez y se volvió difícil de mantener como mascota en un entorno doméstico debido a su fuerza física. En 1993, Jackson decidió trasladarlo a un centro especializado en Port St. Lucie, Florida. Al principio, Bubbles mostró timidez y dificultades para relacionarse con otros chimpancés, pero con el tiempo logró adaptarse y desarrollar una rutina más natural.
En 2005, fue reubicado en el Centro de Grandes Simios de Florida, donde ha vivido desde entonces. Este año, el santuario celebró sus 20 años y el cumpleaños número 42 de Bubbles, aunque se desconoce la fecha exacta de su nacimiento.
Hoy en día, la vida de Bubbles se centra en rutinas diseñadas para estimular sus capacidades físicas y mentales. Trepa, explora, busca comida y participa en actividades de enriquecimiento, como la pintura, una de sus grandes pasiones. El santuario lo describe como una presencia tranquila y artística, siendo el respetado líder de su grupo de chimpancés, que incluye a sus amigos más cercanos: Oopsie, Boma, Kodua y Stryker.
A pesar de su timidez, Bubbles es juguetón y a menudo provoca a los visitantes con un chorro de agua o arena, disfrutando de la interacción. Se afirma que solo entrega sus obras de arte cuando está completamente satisfecho, y su estilo expresivo a veces desafía los límites de la creatividad.
El costo de su cuidado
El costo anual de mantener a Bubbles ronda los 130,000 dólares, según reporta Rock&Pop. Estos recursos provienen del patrimonio de Michael Jackson y cubren su alimentación, atención veterinaria y personal especializado. Gracias a esta previsión financiera, el chimpancé ha podido envejecer en un entorno seguro y estable, algo que no siempre ocurre con animales exóticos que fueron mascotas de celebridades.
