Lancia atraviesa uno de sus momentos más críticos. Después de haber estado años limitada a la venta de un solo modelo en Italia, el grupo Stellantis decidió relanzar la marca con la intención de posicionarla como una firma premium en múltiples países europeos. Sin embargo, los resultados han sido desastrosos.
El nuevo Lancia Ypsilon se presentó como el vehículo que marcaría el renacer de la marca, un modelo urbano moderno producido en Figueruelas, Zaragoza, con versiones tanto térmicas como eléctricas. No obstante, las ventas han sido decepcionantes, relegando al modelo a un rol casi irrelevante en un mercado cada vez más exigente.
Las cifras son alarmantes. Durante el primer semestre de 2025, Ferrari logró vender 7,087 vehículos, mientras que Lancia apenas alcanzó las 6,500 unidades. Este contraste entre una marca de lujo y un fabricante generalista es una clara señal de que las cosas no están funcionando como se esperaba.
En su país natal, la situación no es mejor. El anterior Ypsilon fue un éxito en Italia, manteniéndose siempre entre los primeros lugares de ventas. En contraste, el nuevo modelo lucha por no caer fuera del Top 50. Esta drástica caída es difícil de justificar, especialmente cuando se considera que el Ypsilon fue presentado como la base para la reconstrucción de la firma.
El panorama en España es aún más desolador. Entre enero y agosto de 2025, Lancia solo matriculó 429 vehículos, casi todos de la versión térmica. Para poner esto en perspectiva, el Volkswagen Polo superó las 2,700 unidades mientras que el Peugeot 208 rebasó las 14,000. Incluso el nuevo eléctrico BYD Dolphin Surf, que apenas ha llegado al mercado, ha vendido más que el Ypsilon.
El contraste con las expectativas que había generado Stellantis es significativo. La promesa de un renacimiento de la marca, que debía recuperar su prestigio, hoy se encuentra en entredicho. Se habla incluso de su posible venta o de un cierre definitivo, lo que subraya la gravedad de la crisis que enfrenta Lancia.
Las únicas esperanzas recaen en el futuro Lancia Gamma, previsto para 2026. Inicialmente iba a ser un modelo totalmente eléctrico, pero la marca ha decidido incluir también versiones híbridas, buscando atraer a un mayor número de clientes. Este podría ser su último intento, y si no logra el éxito, el final de Lancia podría estar más cerca de lo que muchos piensan.