En 2025, las empresas tecnológicas están marcando un liderazgo sin precedentes en el crecimiento del mercado bursátil global. En la primera mitad de este año, las denominadas Siete Magníficas, que incluyen a Microsoft, Apple, Nvidia, Alphabet, Amazon, Meta y Tesla, reportaron un aumento en sus ingresos superior al 15%, superando significativamente el promedio del S&P 500.
El analista de mercados Felipe Barragán, de Pepperstone, señala que “el entusiasmo de los inversionistas por la IA ha impulsado los precios de las acciones de las empresas de gran capitalización a niveles récord”. Aunque los beneficios reales de la inteligencia artificial aún están en desarrollo, empresas como Nvidia ya están beneficiándose directamente de la creciente demanda por chips de IA.
Richard Clode, gestor de portafolios en Janus Henderson, también destaca que la IA no solo genera expectativas, sino que transforma realmente los modelos de negocio. “Meta ha optimizado sus algoritmos de recomendación, lo que fortalece su modelo publicitario. Alphabet está avanzando hacia búsquedas más contextuales y servicios en la nube, mientras que Microsoft y Amazon están monetizando la IA en sus plataformas”, explica.
Actualmente, estas siete compañías representan más del 30% de la capitalización del S&P 500, un fenómeno que recuerda a la burbuja de las punto com en la década de 1990. Sin embargo, Barragán enfatiza que “a diferencia de 1999, donde muchas empresas tecnológicas no eran rentables, los gigantes actuales sí lo son y muestran un crecimiento sólido”.
El analista también advierte que el verdadero riesgo no radica en una burbuja especulativa, sino en una posible vulnerabilidad en sectores como el de los semiconductores si las inversiones en infraestructura de IA disminuyen.
Clode agrega que lo que estamos observando es una reconfiguración estructural del mercado, donde cada ciclo tecnológico tiende a concentrar el liderazgo. Este patrón se había observado anteriormente con la era del internet móvil y el acrónimo FAANG, que incluía a Facebook (ahora Meta), Amazon, Apple, Netflix y Google. La tendencia actual con la IA se apoya en fundamentos más sólidos, con precios de acciones respaldados por un crecimiento en beneficios.
Los expertos coinciden en que el impacto de la IA en los mercados financieros apenas comienza. Empresas como PwC estiman que la inteligencia artificial podría aumentar hasta 15 puntos porcentuales al PIB global hacia 2030. McKinsey también prevé que la combinación de infraestructura, plataformas y aplicaciones de IA generará nuevas olas de crecimiento y productividad.
El siguiente desafío para los inversionistas será identificar qué empresas logran convertir estas promesas en rentabilidad sostenida. Barragán menciona que sectores como la salud, biotecnología, energía y agricultura están siendo transformados por la IA, lo que ofrece oportunidades más allá de las grandes tecnológicas. Clode concluye que “la fase de aplicaciones apenas comienza, y la diversidad de ganadores se ampliará a medida que la IA se traduzca en software y soluciones finales”.
