En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones, las Madres Buscadoras de Sonora llevaron a cabo una conmovedora marcha en Hermosillo para exigir justicia y visibilidad para sus familiares desaparecidos. Este evento, que reunió a un contingente significativo, partió de la Plaza Emiliana de Zubeldía y se dirigió hacia la Catedral, donde se colocaron fotografías de los desaparecidos.
Una voz de esperanza
Durante la marcha, las participantes, apoyadas por Tránsito Municipal y Policía Estatal, realizaron un pase de lista y encendieron veladoras en memoria de sus seres queridos. El padre Martín Gerardo Hernández salió de la Catedral para ofrecer palabras de aliento, recordando la importancia de no rendirse en la búsqueda de sus desaparecidos. “Hay que seguir adelante, esforzándose cada día porque vale la pena seguir en la búsqueda”, enfatizó.
La líder del colectivo, Cecilia Patricia Flores, encabezó esta emotiva movilización, haciendo un llamado a la sociedad para que contribuya con información sobre el paradero de los desaparecidos. “Queremos que se unan a las madres que buscan a sus hijos, nosotros no somos un partido político y por eso no hay tanta gente acompañándonos”, destacó, enfatizando que su lucha no busca justicia, sino la esperanza de traer de vuelta a sus seres queridos.
La lucha continúa
La marcha no solo fue un acto de protesta, sino también un recordatorio del profundo sufrimiento que enfrentan los familiares de los desaparecidos, incluyendo a niños huérfanos. “Tener la esperanza de que no están solos, de no cruzarnos de brazos”, así concluyó el padre Hernández, instando a las familias a mantenerse firmes en su búsqueda.
Este tipo de marchas se han vuelto cada vez más comunes en México, reflejando la creciente preocupación por la crisis de desapariciones que afecta a muchas familias en el país. La realidad es que el sufrimiento de estas madres y sus historias claman por atención y acción. Sin duda, su lucha es un testimonio de resiliencia y esperanza en medio de la adversidad.