La aceleración de proyectos de infraestructura pública en México, particularmente en las áreas de energía, transporte y agua, es fundamental para eliminar cuellos de botella que afectan la producción. Según economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), esta mejora podría atraer a más empresas multinacionales que buscan relocalizar sus cadenas de suministro.
En el contexto actual, las empresas globales están reevaluando sus estrategias logísticas y de producción. La pandemia y otros factores han expuesto vulnerabilidades en las cadenas de suministro, haciendo que muchos opten por acercar sus operaciones a mercados clave. México se presenta como una opción viable para estas empresas, gracias a su proximidad a Estados Unidos y su capacidad de producción.
En el tercer episodio del podcast de Nearshoring, se discute cómo la inversión en infraestructura puede facilitar este proceso. Expertos de Oroma Park resaltan que, al mejorar la infraestructura energética y de transporte, se pueden crear condiciones más favorables para la inversión extranjera.
Además, la modernización de la infraestructura hídrica es otro aspecto crucial que se debe abordar para asegurar un suministro constante y eficiente, lo que, a su vez, beneficiará a las industrias que dependen de estos recursos. La colaboración entre el sector público y privado será fundamental para llevar a cabo estos proyectos, que no solo buscan mejorar la competitividad de México, sino también fortalecer su posición en el mercado global.
En conclusión, si México aprovecha esta oportunidad de mejorar su infraestructura, podría convertirse en un hub atractivo para empresas que buscan optimizar sus cadenas de suministro y aumentar su eficiencia operativa a nivel global.